Desde el 5 mayo los territorios de Urabá antioqueño, subregión que acoge 15 municipios del país, se encuentran atemorizados por el Clan del Golfo, que salió a las calles y en protesta por la extradición de alías Otoniel comenzaron ha encender camiones, patrullar las calles, desplazar civiles y afectar los derechos básicos de las poblaciones. Pese al llamado que se ha hecho desde diferentes actores el grupo ilegal continúa perpetrando sus actividades terroristas que están siendo comandadas por Jesús Ávila Villadiego, alias ‘Chiquito Malo’, y Wilmer Antonio Quiroz, alias ‘Siopas’, los nuevo cabecillas de la banda criminal y que se encuentras disputándose el poder absoluto de la estructura y por lo que la justicia colombiana ofrece una recompensa para su captura.
“Se ofrece a partir de hoy una recompensa de $5.000 millones por alias Siopas y alias Chiquito Malo para quien brinde información que dé con su captura o a su judicialización. También una recompensa de hasta $50 millones para aquellos ciudadanos que ofrezcan información que nos permitan capturar, judicializar o encontrar a aquellos que han cometido actividades delictivas como quema de automotores y afectación a los ciudadanos”, indicó el ministro Diego Molano.
Inicialmente se creía que el sucesor de Otoniel, sería Villadiego debido a su experiencia y aportes al interior del Clan, pero por ahora es solo el líder de una parte de la estructura. Recodemos que ‘Chiquito Malo’ fue desmovilizado del Bloque Bananeros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en el 2004, en el proceso de dejación de armas durante el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Pero volvió al radar de las autoridades nacionales en el 2018, al tiempo que fue pedido por Estados Unidos por los crímenes relacionados con narcotráfico, además, se volvió en un blanco mas fuerte pues quedó como segundo cabecilla al mando después de que el ejército diera de baja a alias ‘Marihuano’ en Riosucio, Chocó en febrero de este año.
Las investigaciones señalan que su zona de injerencia, antes de remplazar a ‘Marihuano’, eran los municipio de Turbo, El Tres y Currulao. Hasta la captura de ‘Otoniel’, la función del hombre de 44 años de edad en la estructura criminal, integrada por más de 3.000 hombres armados, era la producción y comercialización de cocaína, sumado a la compra y distribución de armas al interior de grupo armado.
Pero a pesar de que el nombre de ‘Chiquito Malo’ parecía ser el más fuerte para liderar toda la estructura, en el proceso de reconfiguración alias ‘Siopas’ alcanzó a tomar el mando de algunas zonas de gran incidencia y ahora, el grupo de narcotráfico esta dividido en dos. A diferencia de Villadiego, Quiroz tiene un gran liderazgo en el Urabá chocoano y dirige 500 hombres de la estructura ‘Jairo de Jesús Durango’, aunque apenas dos años atrás estuvo en cabeza del frente Suley Guerra.
‘Siopas’ viene de una estructura criminal diferente a la que hoy pertenece, pues desertó de las extintas Farc en 2008. Sin embargo no paso mucho tiempo y en el 2009 ya se encontraba trabajando para ‘Otoniel’. En su trayecto uno de los factores que más resalta son sus constantes bajas a miembros del Ejercito y la Policía Nacional. Incluso, esta acusado de haber sido la mente de la muerte de diez policías en Antioquia en hechos ocurridos entre abril y junio de 2018.
“Alias Siopas es el directo responsable de la muerte de nuestros hombres y lo que podemos asegurar es que tenemos gran parte de nuestro personal en esa región de Urabá tras sus huellas. Caerá en cualquier momento, al igual que los integrantes de la estructura que maneja”, dijo el general Jorge Luis Vargas Valencia, en ese entonces director de la Dijín.
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