La candidata presidencial por el Partido Verde Oxígeno, Ingrid Betancourt Pulecio, habló para Marca Claro, sobre su relación con el deporte y la importancia de incentivar a las nuevas generaciones a que lo practiquen en el caso de ser elegida como primera mandataria en las elecciones del próximo 29 mayo.
De igual manera, la candidata aseguró que como primera mandataría invertirá en el desarrollo del deporte en el país y se comprometió a erradicar la corrupción como también a luchar por la igualdad de género que es una problemática que se evidencia en distintas disciplinas deportivas.
En primer lugar, Betancourt afirmó que desde muy joven practicaba deportes con su hermana y ahora lo hace con sus hijos, pues siente que hacerlo hace más competitivo al ser humano como también aporta a la salud y al cambio de mentalidad.
“El deporte competitivo es muy importante. Sobre todo, desde un punto de vista educativo a los niños. Cambia las mentalidades. Enseña a jugar limpio, aprender a ganar a perder. Los valores y principios. Es importante en un sentido de la familia. Para mí fue muy importante tener deporte en familia. Era algo que nos unía. Lo hacía con mi hermana, lo hago ahora con mis hijos. Colombia tiene que ser un país donde los niños puedan ser felices y eso pasa por el deporte”.
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Del mismo modo, la candidata a la presidencia de la república, remarcó que impulsar la práctica del deporte en los niños no solo se contribuye a su desarrollo físico y calidad de vida, sino también se fortalece en ellos valores como la “responsabilidad” y “disciplina”.
Cabe resaltar, que la madre de Ingrid Betancourt, Yolanda Pulecio, fue la gran artífice que logró que una delegación colombiana participará por primera vez de unos Juegos Olímpicos en 1958 cuando las justas se llevaron a cabo en Melbourne, Australia. “Mi mamá llevó la primera representación de Colombia a los JJOO de Melbourne en 1958. Ella consiguió los recursos, fletó el avión, reunió a todos los deportistas y en Melbourne fue la persona encargada de liderar la delegación”.
Sobre cómo se vivía el fútbol mientras estuvo privada de la libertad, recalcó que en los momentos de más hostilidad era lo único que los hacía olvidar la realidad y de alguna forma calmaba los ánimos en el campamento.
“El fútbol no daba paz, pero sí quietud (…) Ese día de la final (Francia vs. Brasil en 1998) paramos la marcha por escuchar el partido. Era lo único que paraba la guerra y no solo la guerra sino la locura de la vida de los secuestrados”
Asimismo, se refirió a la eliminación de selección Colombia a Qatar 2022, donde lamentó el fracaso pese a tener una nómina con grandes jugadores que sobre salen en las mejores ligas del mundo: “Es la responsabilidad de los actos pasados. Colombia tiene que aprender de esto, no solo en el aspecto deportivo (…) Es un elenco de estrellas. No quiero personalizar, pero sentir que no es suficiente ser buenos individualmente. Es necesario aprender a ser buenos colectivamente”.
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