Tras ocho meses, es posible que el parque Nacional Enrique Olaya Herrera en el centro de Bogotá sea desocupado por las comunidades indígenas que se asentaron allí el 29 de septiembre de 2021, tras la terminación de auxilios para su estadía en la ciudad.
El operativo de traslado inició este fin de semana, según informó la Secretaría de Gobierno, gracias a acuerdos que se lograron entre el jueves y el viernes pasado, con la intermediación de la Comisión de la Verdad y la Defensoría del Pueblo, entre Gobierno Distrital, el Ministerio del Interior y la Unidad para las Víctimas y los líderes de la comunidad indígena Bacatá.
El subsecretario de Gobierno de Bogotá Daniel Camacho señaló que durante el fin de semana lograron trasladar a 475 personas que pertenecen a las diferentes comunidades que se encontraban asentadas en el parque.
El operativo continúa este lunes en el trayecto del día para trasladar más personas de las 13 comunidades que se acogieron a la ayuda. Otras dos comunidades no habrían salido y estarían, al parecer, en la búsqueda de redes de apoyo. Debe tenerse en cuenta que el traslado es voluntario y son los indígenas quienes deciden dónde desean establecerse.
Según confirmó María Violeth, una de las líderes emberá de las comunidades asentadas en el parque Nacional, la idea es que todos salgan del parque, pero no cuentan con las suficientes redes de apoyo, como son casas indígenas de acogida que los reciban, para hacerlo.
El distrito aún no canta victoria y asegura que deben continuar con el traslado para concretar cuántas personas quedarán en el parque o cómo se desarrolla el proceso, aunque el acuerdo alcanzado contempla que sea desocupado, pero no ha sido fácil durante los ocho meses que cumple el asentamiento informal.
“El Distrito ha puesto todo el interés para que este traslado se dé en condiciones seguras, se brinden las condiciones necesarias y se otorgue la asistencia alimentaria debida a las comunidades indígenas mientras son trasladados a sus territorios por parte de la Unidad Nacional para las Victimas”, aseguró el subsecretario Camacho.
“Estaremos en la disposición de concretar rápidamente este operativo honrando los compromisos adquiridos en la negociación adelantada en días previos y por supuesto con toda la disposición para proveer las garantías necesarias a las comunidades indígenas en los lugares designados para ello”, agregó el funcionario.
Sin embargo, es un proceso gradual que requiere de la coordinación de las autoridades distritales, las comunidades indígenas y las redes de apoyo. Se adelanta un Puesto de Mando Unificado desde el que se coordinan las acciones para realizar la salida voluntaria de los indígenas.
Solo hasta el pasado 25 de marzo fue posible realizar la caracterización de las comunidades, cuando, de acuerdo con el diario El Tiempo, se contabilizaron 1.585 personas, de las que se han producido traslados desde el mes de abril.
Los acuerdos alcanzados, como lo informó la Secretaría de Gobierno el pasado 6 de mayo, contemplan que el Distrito garantizará alimentación, servicios de salud, educación y atención a la primera infancia en refugios temporales a quienes decidan trasladarse, principalmente en la Unidad de Protección Integral ubicada en el parque La Florida en la localidad de Engativá.
Quienes deseen retornar a sus territorios, el Ministerio del Interior y la Unidad de Víctimas les brindarán acompañamiento, así como apoyo para sus proyectos productivos. Los que decidan permanecer en Bogotá, recibirán acompañamiento para su reorganización y restablecimiento de sus condiciones sociales y económicas. En el refugio se abrirán espacios comerciales que podrán usar para vender sus productos.
De acuerdo con el informativo Señal de la Mañana del Canal Institucional, se espera que al finalizar la semana se logre tener finalmente desocupado el parque capitalino.
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