Una organización quiso transportar hasta el exterior dos kilos y medio de 2CB —conocida también como cocaína rosa o ‘tusi’— desde los aeropuertos internacionales Matecaña, de Pereira, y Ernesto Cortissoz, de Barranquilla. No obstante, la Policía Antinarcóticos no solo descubrió lo que las mulas llevaban consigo, sino que pudo determinar que fueron enviados por la misma red.
Según el comunicado de la Policía Nacional, un pasajero llegó hasta el aeropuerto de Pereira y llevaba consigo un estuche de dron, un pequeño y sofisticado vehículo aéreo no tripulado, que se maneja con control remoto y se usa como herramienta de vigilancia, combate, fotografía en zonas de difícil acceso o competiciones de velocidad u obstáculos.
El pasajero llamó la atención de la Policía y esta le preguntó sobre el estuche y los motivos de su viaje a Miami (Estados Unidos). Él mostró un documento que lo acreditaba como piloto de drones y aseguró que viajaba a una convención de aficionados a estos vehículos. Sin embargo, los uniformados no quedaron del todo convencidos con su versión y requisaron el estuche frente a él.
Los agentes descubrieron que había algo sospechoso en las cinco baterías del dron: estas no tenían polos ni etiquetas comerciales. Al abrirlas con un bisturí, en lugar de litio y chispas, había cuatro capas de cartón y aluminio que en el fondo escondían bloques con 2CB. Luego, al revisar los componentes del computador que portaba este pasajero, descubrieron que en él se escondieron otras cuatro panelas. En total, el hombre pretendía llevar al exterior un kilo de ‘tusi’.
“Es sometida a un análisis y el resultado fue la mezcla de anfetamina con ketamina, capaces, básicamente, de alterar el sistema nervioso central, creadas en laboratorios solamente para provocar la descompensación y unos efectos alucinógenos sobre el individuo que le puede conllevar hasta la muerte”, aseguró el coronel José James Roa Castañeda, subdirector de la Dirección Antinarcóticos de la Policía.
Tres mujeres en Barranquilla también fueron detenidas por llevar 2CB
Mientras se daba la captura de este hombre, tres mujeres en Barranquilla llamaron la atención de los agentes en el Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz. Las detenidas llamaron la atención de una uniformada que entró al baño de mujeres, porque empezaron a comunicarse a través de señas sospechosas.
La mujer policía decidió reportar lo que vio a sus superiores, quienes se valieron de las cámaras de seguridad para rastrear los movimientos de las tres mujeres dentro del aeropuerto. Los uniformados descubrieron que las tres pasajeras no llegaron juntas al terminal aéreo. De hecho, todas llegaron sin acompañantes, llevaban maletas pequeñas y se encontraron en una cafetería del lugar. Luego de saludarse, fueron al baño donde las vio la agente.
El personal de la Dinar interceptó a las tres mujeres cuando ya estaban en la sala de espera, listas para embarcar su vuelo hacia la Ciudad de México, y las hicieron pasar a través del escáner de personas. Los rayos X indicaron que las mujeres llevaban objetos extraños introducidos en sus cavidades genitales.
Las mujeres tuvieron que ser trasladadas a un centro médico para asegurar una expulsión segura de los cuerpos extraños identificados. Después, el contenido de las cápsulas fue sujeto a análisis. Se determinó que llevaban un total de 1680 gramos de 2CB.
Luego de revisar a fondo los hallazgos de los cuatro casos y encontrar similitudes entre ellos, las autoridades concluyeron que las cuatro mulas estarían vinculadas a la misma red de narcotráfico.
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