El Ministerio de Ambiente de Colombia informó que a través del proyecto de desarrollo rural bajo en carbono que se está desarrollando en el municipio de Lorica, Córdoba, con la participación activa de la comunidades étnicas, se está incrementando la productividad de la población ribereña y mitigando los efectos del cambio climático mediante las energías limpias.
Este proyecto, que se está llevando a cabo en varios municipios de la cuenca baja del río Sinú, en el Caribe colombiano, el cual es ejecutado por la Asociación de Pescadores, Campesinos, Indígenas y Afrodescendientes para el Desarrollo Comunitario de la Ciénaga Grande del Bajo Sinú (Asprocig), está impactando de manera positiva a más de 500 familias con la conversión de energías convencionales a energías más sostenibles en los sistemas de producción piscícolas colectivos y sistemas agrosilvopastoriles.
“Se han instalado paneles solares que han permitido reemplazar plantas de diésel para mejorar los sistemas de oxigenación de unidades piscícolas; esto ha significado un ahorro cercano al 95 % del consumo de energía, y un aumento de la producción de los sistemas comunitarios y familiares. Suele pensarse que la transición hacia modos de vida bajos en carbono significa un gasto, pero esto evidencia todo lo contrario: familias que consumen energía sostenible, que mejoran su productividad y que son conscientes de la lucha que tenemos que dar contra el cambio climático”, destacó el viceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio, Nicolás Galarza.
Esta iniciativa cuenta con 35 sistemas de oxigenación a partir de energía solar, 22 provenientes de familias y 13 de colectivos, para los proyectos piscícolas de las comunidades, así como 35 sistemas socioecológicos colectivos con aprovechamiento de residuos agropecuarios para la producción de abono orgánico mejorado, con lo que se han registrado importantes resultados como el aumento del 108.67 % en la producción de abono orgánico.
Por su parte, el Ministerio de Ambiente señaló que diseñó la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono, con el que se han buscado promover las condiciones para enrutar al país en un crecimiento económico sostenible, iniciativas que cuentan con el apoyo del Fondo de Acción y entidades del Estado de Alemania.
“Venimos participando y luchando contra el cambio climático de diferentes formas; tenemos un proceso ABIF (espacios en los que se usa la biodiversidad local, conocimientos ancestrales, ciencia, tecnología y luz) y socioecológico productivo con el que contrarrestamos los Gases de Efecto Invernadero (GEI). Con este proyecto hemos tenido muchos beneficios, uno es la energía solar, energía limpia que evita contaminación, los otros son los abonos orgánicos que nos sirven para revitalizar nuestros cultivos, la reforestación para captar carbono desde los sistemas silvopastoriles”, destacó Mileyda Correa, una de las beneficiarias de este programa.
Las apuestas sostenibles que se vienen adelantando en el territorio nacional han presentado un incremento en los últimos meses, evidenciando un auge en uno de los sectores con mayor proyección en el mundo, debido a que vinculan a las comunidades en la producción de bienes y servicios que tienen un reducido, o nulo, impacto ambiental y que presentan importantes incrementos en las ganancias.
SEGUIR LEYENDO: