Volvió para quedarse: la FILBo concluye una edición con más de medio millón de visitantes

La Feria Internacional del Libro de Bogotá regresó a la capital con una edición dedicada al reencuentro y la nostalgia, en la que más de 500 invitados nacionales e internacionales dieron la bienvenida a los asistentes luego de dos años de pandemia

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La Feria Internacional del Libro
La Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo) regresó a la capital con una edición dedicada al reencuentro y la nostalgia en la que más de 500 invitados nacionales e internacionales les dieron la bienvenida a los asistentes luego de dos años de pandemia

La Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo) 2022 cerró sus puertas en la noche de este lunes 2 de mayo, con la satisfacción una edición dedicada al reencuentro y la nostalgia en la que los amantes de las letras, los autores nacionales y extranjeros y sus obras volvieron a llenar los pabellones del recinto ferial de Corferias luego de dos años de ausencias por el covid-19.

Durante los 14 días que duró la edición número 34 de la feria, la cual llevó por eslogan “Vuelve para que vuelvas”, más de 517.000 visitantes pudieron disfrutar de uno de los eventos culturales más importantes del país, entre talleres, conversatorios, muestras musicales, exhibiciones de películas y las firmas de los libros que acompañaron los tediosos días de pandemia y que hicieron un poco más tolerable la tragedia.

“La Feria Internacional del Libro de Bogotá es el evento más esperado por los lectores y visitantes, quienes acudieron al llamado del reencuentro con la República de Corea como país invitado de honor. Para el sector editorial es muy significativo lo que se vivió en estos 14 días, no solo porque logramos reactivar nuestra economía, sino porque evidenciamos que el público espera este momento del año para volcarse hacia los libros”, destacó el presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro, Emiro Aristizábal.

La Filbo 2022 contó con 500 invitados nacionales e internacionales, dentro de los que destacaron escritores como el rumano Mircea Cartarescu; la argentina Camila Sosa Villada; los españoles J.J. Benitez y Andrea Abreu; y la estadounidense Anne Boyer, y nacionales como Laura Restrepo, Ricardo Silva Romero, Pilar Quintana, y Piedad Bonnett, que deleitaron al público con sus historias y sus letras en los más de 1.600 eventos que se llevaron a cabo.

La República de Corea fue la invitada de honor de esta edición, en la que a través de sus más de 150 delegados, entre autores de reconocimiento mundial, ilustradores y editores, acercaron al público nacional a su cultura y tradiciones en un pabellón dedicado a algunas de sus obras más célebres y a un mensaje que se encargó de enarbolar el exsecretario general de la ONU Ban Ki-moon la idea de la unidad y la convivencia, tan vigentes como nunca.

“La FILBo del reencuentro marcó el éxito logrando 515.000 asistentes, número que, si descontamos el festivo con el que contó la versión 2019 y que no se tuvo este año, supera la cantidad de asistentes de la versión antes de la pandemia, demostrando nuevamente que la Feria Internacional del Libro de Bogotá está a la altura de las grandes ferias del libro del mundo y ratifica la importancia de volver a encontrarnos alrededor de la cultura, vernos cara a cara para compartir con los autores e invitados con sus experiencias e historias”, señaló el presiente ejecutivo de Corferias, Andrés López.

Las editoriales independientes cumplieron un papel protagónico durante este año en la FILBo, con ediciones elaboradas con el amor de quien hace artesanías; relatos salvajes e imprescindibles sobre la pérdida, el amor, la amistad; y una oferta para un público variado en la que las apuestas son las nuevas formas de contar, hacen de este sector editorial uno de los de mayor proyección en la capital y el país.

“Tengo que decir que es la feria del libro más importante, la más extraordinaria en la que he estado en toda mi vida. La Filbo es todas las ferias juntas, una fiesta que une público y profesionales no solo en Corferias, sino también en librerías, bibliotecas, colegios. Hay que vivirla porque es una verdadera experiencia”, concluyó la escritora española Mado Martínez.

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