Una reciente investigación publicada por el portal Voráigne reveló la verdadera razón por la que el Jamming Festival 2022 se canceló un día antes de que el megaevento se realizara en la ciudad de Ibagué (Tolima): la empresa organizadora del evento, Buena Vibra Eventos EU, estaba endeudada y, por ende, no contaba con el dinero suficiente para desarrollar el encuentro musical.
Así lo develaron los expedientes de la Cámara de Comercio de Bogotá a los que tuvo acceso el portal de noticias, en los que se descubrió que la empresa Buena Vibra Eventos EU, cuyo representante legal y único socio es Alejandro Casallas Rodríguez, para 2020 tenía activos por $1.124 millones y deudas que alcanzaban los $1.035 millones.
Lo anterior significa que, por cada $100 que tenía la compañía de eventos, $92 eran de deudas, según explicó Vorágine. El portal periodístico agregó que, para 2021, la situación no mejoró pues, de acuerdo con el estado financiero que conocieron de Buena Vibra Eventos EU, para ese año sus activos eran de $2.017 millones, mientras que sus deudas eran de $1.946 millones, lo que equivalía, de acuerdo con el mismo medio a que, por cada 100 pesos que poseía la empresa, 96 correspondían a deudas.
”Es imposible que una empresa pueda respaldar un festival de las dimensiones del Jamming si tiene el patrimonio de esta organización, que en el reporte de diciembre de 2021 era de $71.112.339. Ese valor no sirve ni para hacer publicidad masiva en vallas. De acuerdo a lo que leo, ellos no tenían un peso para invertir, estaban súper endeudados. O sea, no tenían ningún capital de trabajo que uno pudiera decir, por ejemplo, que ellos invirtieron $2 mil o $3 mil millones para la logística, los artistas o la publicidad”, sostuvo un contador forense consultado por Voráigne.
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En ese sentido, el especialista señaló al portal de noticias que, con el endeudamiento por $1.946 millones que tenía la compañía de eventos en el 2021, en total, a corto plazo, Buena Vibra Eventos reportaba una deuda del 131 %, lo que impedía que llevarán a cabo el megaevento.
Frente a estos hallazgos, el medio investigativo trató de comunicarse con los empresarios del Jamming Festival, sin embargo, no obtuvieron respuesta de ellos por ningún medio.
Al respecto de la cancelación del evento, que estaba previsto para los días 19, 20 y 21 de marzo, el concejal de Ibagué, Rubén Darío Correa, aseguró durante un debate de control político que la alcaldía de la ciudad incurrió en distintas faltas respecto a la organización del Jamming Festival, por lo que indicó que también debería ser investigada, así lo reportó el diario El Nuevo Día.
Según argumentó el cabildante, tanto el alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, como la entonces secretaria de Cultura de la ciudad, Greis Cifuentes, violaron lo establecido en un decreto de 2033, en el cual se dispuso que no se podía anunciar ningún evento sin que este contara previamente con todos los permisos.
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Correa, según reportó el medio tolimense, se refería a un video en el que el mandatario de Ibagué invitaba a los ciudadanos a asistir al festival, al igual que a la realización de una rueda de prensa junto a Alejandro Casallas, representante de Buena Vibra Eventos y los propietarios de Playa Hawái -lugar donde se realizaría el evento-, sin antes haberse firmado el contrato de arriendo del sitio donde se llevaría a cabo el Jamming.
”Lo que se vio allí fue a un Alcalde que presentó el espectáculo como un evento de ciudad. En varias de sus intervenciones allí parecía hablar más como un socio de este (…) se puede interpretar la decidida y desmedida promoción que los funcionarios de la Alcaldía realizaron desde el 23 de noviembre de 2021, como un acto de publicidad, al anunciar un mega evento con 94 artistas que no se presentaron, y que constituyeron al final un entrampamiento para 150 mil espectadores”, señaló el concejal de Ibagué, de acuerdo con lo recopilado por el periódico El Nuevo Día.
En ese sentido, el cabildante solicitó que la Fiscalía General de la Nación investigue a la administración de Ibagué. Por su parte, la alcaldía municipal se defendió y aseguró al medio tolimense que solo fueron una víctima más por parte del accionar de los organizadores del Jamming Festival.
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