Diciembre ha sido un mes recopilatorio para Santiago Cruz. Fue en diciembre de 1999 cuando abrió el concierto de Fito Páez en el Palacio de los Deportes de Bogotá, fue ese mismo mes, pero del 2006, cuando su vida tuvo un punto de quiebre al verse envuelto en un mundo de excesos del que pensó que no podía salir, y fue para del doceavo mes del 2019 cuando consiguió su libertad musical al finalizar su contrato con la disquera que le permitió desarrollar su carrera. Tanta coincidencia no podía quedarse solo en un largo anecdotario, por lo que decidió plasmarlo en un libro.
‘Diciembre otra vez’ tiene 11 capítulos, once apartados en los que Cruz detalla, paso a paso, varias de las circunstancias que muchos no sabían de él. En una entrevista con Infobae Colombia, el músico detalló lo que fue la creación de esta publicación que, como se concluyó en la conversación, simula lo que sería sentarse a tomar café con él, con la mayor naturalidad, para tener una extensa charla sobre su vida.
“Al principio de todo fue un ejercicio netamente terapéutico, de gestión emocional. Para mí, la escritura siempre ha sido una herramienta maravillosa de terapia. Así lo fue en terapias serias, como mi rehabilitación y demás (...) la escritura fue una herramienta muy importante. Tiene un tono muy íntimo, es muy transparente. Una de las cosas que me gusta del libro es que en estos tiempos del filtro, del like, de la sobreproducción, es honesto, es puro”, inició diciendo.
Y es que así fue. En medio de la que él llama la crisis de los 40, decidió que tenía que un ‘cuento pa’ contar’, entonces, ¿Porqué no hacerlo? Pues se embarcó en esa tarea, y ahora parte de su vida está expuesta en un texto de más de 200 páginas en las que se se muestra vulnerable, sensible, crudo. “Más allá de lo obvio del tema de la duración, teniendo en cuenta que una canción dura tres o cuatro minutos y el libro tiene más de 200 páginas, la extensión del libro permite una profundización más grande. Al estar despojado de los demás elementos estéticos que tiene una canción, le permite tener una crudeza particular. Si bien yo pienso que todo ejercicio artístico es autobiográfico, en el libro es absolutamente desnudo ese elemento”, añadió.
Y es que Santiago deja ver bastante de sí mismo, no solo la vez en la que sintió la ansiedad de un público que le pedía que se bajara rápido del escenario, cuando fue telonero, para ver a Fito Páez, o la forma en la que conoció a su esposa, sino también los complejos días en los que aceptó que necesitaba rehabilitación para tratar su adicción al alcohol y al ‘perico’, como él mismo lo escribe, y los días en los que se vio envuelto en una polémica nacional al hacer un trino sobre la muerte de Diomedes Díaz que enfureció a los fervientes seguidores del fallecido ‘cacique de la junta’.
Mientras que desde afuera las personas creen conocer la vida de quienes viven constantemente bajo la mirada de la opinión pública, la realidad es que no tienen idea de lo que pueden llegar a estar sintiendo aquellas figuras, a veces, tan idealizadas y, en ocasiones, tan deshumanizadas por sus propios fanáticos.
Santiago sintió miedo, por ejemplo, por las decenas de amenazas de muerte que llegaron en su contra y la de su familia por haber hecho énfasis en la muerte de Doris Adriana Niño para el mismo día en el que murió el intérprete de ‘Tú eres la reina’, a quien se le acusó, en algún momento, de estar involucrado en la violenta muerte de la mujer. “Por lo menos yo no maté a nadie”, escribió Cruz en medio de la oleada de odio que recibió en sus redes sociales al hablar del recordado cantante vallenato. Su libro no se trata de chismes, pues sabe que aquella palabra tiene connotaciones que no son del todo positivas, por lo que prefiere decir que se trata de un relato íntimo en la que hace un ejercicio de auto-observación.
‘Tres, dos, uno’, tituló el prólogo del libro de Santiago Cruz, Ricardo Silva Romero, el mismo que calificó la publicación literaria del músico como ‘estupenda’. “Qué buena palabra esa, ¿ah?’ Estupendo, ya no se usa tanto, pero deberíamos”, continuó Cruz, entre risas, al referirse al proceso que vivió con escritor de quién, ahora, puede considerarse amigo. Lo ‘alcahuetea’ mucho, dice Cruz, pues Silva no ha dudado ni un solo segundo en apoyarlo cuando surgen en él ideas creativas referentes a su escritura.
“Él es un referente de la literatura colombiana, sin duda alguna. Es para mí muy valioso. Por mi afición a sus libros terminamos acerándonos, de alguna manera. Es inmensamente generoso con su tiempo. Para mi fue un regalo enorme, no solo que escribiera el prólogo, sino que él mismo leyera lo que escribió en el audiolibro. Fue generoso con lo que escribió del libro, viniendo de él es un halago. Dicen que los insultos terminan siendo halagos dependiendo de quien los dice, y viceversa, ¿no?”, destacó.
Su libro está lleno de reflexiones, una tras otra, de todos los tipos, sin embargo, el amor propio resalta entre tanto. Pero no es ese amor propio del que tanto se habla vagamente en redes sociales, por el contrario, uno que tiene como principal objetivo la convivencia consigo mismo. “Es un diálogo con uno mismo. Hay que ser consciente de qué nos decimos, cómo nos lo decimos, cómo manejamos la culpa. Termina siendo un constante ejercicio de atención sobre la conversación que tenemos con nosotros mismos”, argumentó. Aunque a mucha gente le pueda parecer ‘ridículo’, dice él, siempre agradece por lo que tiene y se ‘habla bonito’. “Soy valioso, soy suficiente, soy abundante”, se dice Santiago antes de dormir.
Para Santiago todos existimos en un espacio en el que dependemos el uno del otro. Una simple acción modifica la vida de otro, dice Cruz, lo que quedó evidenciado de una manera explícita durante la pandemia. “Si yo me cuido, te cuido a ti. Yo estoy bien para que tú estés bien. Debemos dejar de confundir amor propio con vanidad, con egoísmo. El deseo del verdadero amor propio siempre debe estar despojado del ego, es un asunto de aceptación más que de exhibición”, argumentó. Para tener una relación adecuada y fluida los demás, dice Cruz, debe tener esa misma relación consigo mismo.
Santiago llegó de México recientemente. Estuvo grabando la primera mitad de lo que será su noveno álbum de estudio. En su charla con Infobae, el músico detalló que ha estado trabajando de la mano de su colega Juan Pablo Vega. Grabó cinco canciones, y cree que al final no serán más de diez. Lo que sí sabe es que hay tres palabras que describen a la perfección su nuevo trabajo discográfico: “vivo, rebelde y contracultural”. “Se siente completamente vivo, y es algo de lo que estoy muy orgulloso”, concluyó.
Santiago Cruz estará presentándose en los próximos 26 y 27 de mayo en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.
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