Este 3 de mayo se conoció que la Fiscalía imputará el delito de peculado por apropiación a Emilio Tapia por el caso de Centros Poblados, pues el contratista corrupto se habría apropiado de $6.182.000.000, que eran para dotar de internet a las regiones más apartadas de Colombia.
La imputación se iba a adelantar este martes en el juzgado 50 de garantías pero debido a que Tapia presentó problemas de salud, la audiencia debió ser aplazada. Por ahora, el condenado por el carrusel de la contratación sigue detenido en la cárcel de Ibagué, pues se le ha negado en varias ocasiones el traslado hacía La Picota de Bogotá.
Tapia ya había dado testimonio como testigo en el caso que sacó a Karen Abudinen del Ministerio TIC. La declaración la hizo frente al procurador sexto delegado ante el Consejo de Estado con funciones de juzgamiento disciplinario, Antonio José Núñez.
A pesar de que el escándalo se conoció en 2021 y se convirtió en una piedra en el zapato para el gobierno de Iván Duque, esta declaración de Tapia es la primera que sale a la luz sobre su participación en la unión temporal. La audiencia se retrasó en varias oportunidades, con todo tipo de excusas e inconvenientes.
Por ejemplo, Tapia estuvo citado en febrero pasado para comparecer ante la Procuraduría por el mismo caso, pero el mismo día de la audiencia envió una carta con un dragoneante de La Picota, escrita a mano y con una huella, en la que decía, “no puedo asistir a la audiencia programada para el día de hoy por problemas de salud debido a la vacuna y esta me tiene con malestar”.
En la declaración entregada en marzo, Tapia dijo que se había confiado en la palabra de Juan José Laverde, de la agencia de seguros, quien conseguiría las pólizas de cumplimiento. No obstante, faltando poco tiempo para que se cumpliera el plazo de entrega de requisitos, Laverde le quedó mal e intentó solicitar un plazo adicional a MinTIC, pero la cartera no lo concedió.
Luego de que Laverde hablara con otro tramitador de pólizas, le informó a Tapia que dicho funcionario puso varias condiciones, incluidos unos honorarios por la gestión. Al verse cortos de tiempo, aceptaron las condiciones siempre y cuando no hubiera más retrasos.
Los lujos de Tapia
El mal llamado ‘zar de la contratación’ habría usado dineros de corrupción para comprar lujosas propiedades en Antioquia o hasta un avión privado, con el fin de viajar a otros países.
Según la investigación de la Fiscalía, por medio de compañías fachada y familiares, Tapia compró bienes como casas, fincas y predios en Córdoba, Cartagena y a las afueras de Bogotá, además de un caballo de cerca de mil millones de pesos, un Audi y camionetas blindadas, habría invertido también en aviones, helicópteros y yates.
Además, de acuerdo con el diario El Tiempo, Tapia ordenó el giro de 150.000 dólares a la compañía 2wings Aircraft, ubicada en Florida, Estados Unidos, dedicada a comercializar partes para aeronaves.
Según el testigo Juan Carlos Cáceres, el dinero salió de los 70 mil millones de anticipo que entregó el MinTIC por el contrato con Centros Poblados.
Personas cercanas al caso relataron al diario que la compañía realizó viajes chárter para Tapia en Colombia incluso uno para su familia a Miami. Sin embargo, con el negocio Tapia también buscó adquirir un jet ejecutivo para desplazarse por Estados Unidos, Centro y Sur América.
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