Aleida nació en el año 1997, en Ecuador. Fue en un individual de papel cuando Aleida conoció el mundo por primera vez, en manos de su creador, Vladdo. El periodista, desde un bar, mientras improvisaba un par de líneas y se tomaba una cerveza, fue construyendo la imagen de la mujer que, tiempo después, estaría en la parte trasera de algunos de medios de comunicación impresos del país expresando sus sentimientos y generando identificación entre las personas que dedicaban un momento de sus días a leerla. 25 años después, Aleida se escapó de sus viñetas y, de carne y hueso, se tomó el Teatro Nacional de Bogotá.
De la mano de Sergio Cabrera, Mónica Pardo y Paula Estrada, el comunicador decidió llevar a Aleida a la vida real. Fue hace ocho años, comentó Cabrera en una entrevista con Infobae Colombia, que empezaron los primeros acercamientos para llevar a Aleida del 2D a la realidad. Inicialmente se pensó en hacerle una película a Aleida, sin embargo, fue hace seis meses cuando se planteó la idea de montar una obra en vivo. “No cuento mucho porque, a lo mejor, retomamos”, dijo el director a este portal.
“Llegamos a planear la historia, incluso llegamos a fantasear sobre quién sería la actriz que le daría vida a Aleida, pero no avanzamos. Por un lado, yo me fui a España, y cuando lo retomamos empezó la pandemia. La obra de teatro ha ido evolucionando mucho porque, originalmente, lo que me mostraron Vladdo y Mónica fue un monólogo, pero me pareció que ese monólogo debía tener más cuerpo. Hacía falta un antagonista. Siempre ha habido un conflicto entre los creadores y sus criaturas, Geppetto y Pinocho, Aladín y su genio (...) le dije a Vladdo que lo iba a compartir en Geppetto”, reveló el director a Infobae.
Y sí, aunque se pensó en contratar a un actor que le diera vida en la ficción a Vladdo, a Cabrera le ‘parecía más bonito’ que el verdadero creador de Aleida estuviera con ella sobre el escenario. Eso se logró y Paula, actriz que le da vida a Aleida, tiene constantes discusiones con Vladdo, en el escenario, en medio de la lucha por demostrar que, aunque su personaje nació del ingenio del periodista, tiene su propia vida y sus propias opiniones. “Vladdo no es actor, pero lo hace bien”, ríe Cabrera mientras habla del tema.
Fueron más de diez las actrices que le apostaron a hacer la audición que las llevaría a convertirse en Aleida, no obstante, fue Paula la cautivó a Cabrera. “Cualquiera de las actrices pudo haber sido Aleida. Yo no podía escoger a una actriz que representara a todas las Aleidas que los colombianos tienen en su mente, entonces, escogí a la Aleida que yo siempre me había imaginado. Es el mecanismo que se usa en el cine, en Hollywood se dice mucho que no hay una fórmula para hacer una buena película, pero sí para hacer una mala película y es: querer darle gusto a todo el mundo. Me dejé guiar por la intuición”, destacó sobre Paula.
“Eres Aleida, de carne y hueso, ¿Qué tan consciente llegas a ser de esa idea que parece tan surreal?”, cuestionó Infobae al compartir un rato de charla con Paula. “A veces todavía estoy como caminando en las nubes, no aterrizo. Es que es como traer a la vida a Mafalda, es una gran responsabilidad. Icónica. La gente viene ver a la Aleida humana”, inició diciendo Estrada, quien le da vida al clásico dibujo. De acuerdo con lo que comentó en su entrevista, desde el Teatro Nacional, es una dualidad, hasta filosófica, la que plantea esta obra al poner en constante enfrentamiento al creador con su creación.
“Es la manera de revelarse de ella, de culparlo (a Vladdo) por ciertas cosas de su vida. Ese es el conflicto más interesante de la obra porque ella le reclama el porqué no le dio boca y nunca le dio una voz propia, ella solo puede decir las cosas que él quiere decir, entonces, cuando la trae a este mundo, ella se empieza a dar cuenta, en hora y media de obra, que hay cosas que no quiere perder al estar en este mundo, que no quiere volver al papel, que tiene una voz, un cuerpo. Poder tener boca es lo que ella siempre soñó, no solo para hablar, sino para pintársela de rojo”, comentó Paula sobre su personaje.
Paula destacó que no buscó a Aleida en el papel, sino que encontró a Aleida en ella misma. “Todos tenemos una Aleida dentro”, argumentó al resaltar que aunque su personaje parecer ser una mujer con un humor ácido y con un carácter poderoso, es una mujer lastimada que carga con muchos dolores internos. “Aleida es muchas mujeres a la vez”, añadió.
Vladdo, en su intervención, destacó que Aleida había sido, hasta ahora, un personaje que, aunque público, siempre había dibujado desde su intimidad, por lo que exponerlo en un teatro ha sido una ‘experiencia exigente’. “Va a sonar un poco cursi, pero no me importa: cuando yo hago las cosas de Aleida yo me desdoblo, son dos personas totalmente distintas. Yo dejo salir la niña y la mujer que hay dentro de mí, me gusta que salga, que me confronte, que me felicite. Es una dualidad que me gusta mucho”, añadió a la charla.
“Cuando veo a Paula veo a Aleida. Justo le dije a Paula, hace unos días, ‘Tú jodiste a todas las que vengan detrás a hacer el personaje porque ya eres Aleida’. Ya tiene una voz, una imagen con ella. Paula es Aleida, punto”, concluyó.
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