Departamento del Magdalena declara la calamidad pública por el fuerte invierno

Las fuertes lluvias en el país amenazan constantemente en diferentes regiones, esto ha llevado a las autoridades a tomar medidas y realizar un constante seguimiento a los principales afluentes hídricos y las zonas rurales. En la región caribe las lluvias no cesan, situación que llevo a la dirigencia del departamento de Magdalena a decretar la calamidad pública, pues la crisis de varios municipios ha afectado de manera contundente a la comunidad, así, el gobernador Carlos Caicedo se anticipa para la toma oportuna de preocupaciones ante cualquier emergencia.

En una reunión realizada con el Consejo de Gestión del Riesgo del Magdalena, la secretaria de Hacienda (e) Jenny Camacho y la jefa encargada de la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres del Magdalena, María Moscarella, se debatieron las posibles medidas a tomar, entre ellas, surgió la posibilidad de declarar la calamidad pública, concepto que fue sometido a votación y fue aprobado por mayoría, cumpliendo las directrices del gobernador Caicedo.

La emergencia nivel tres en los corregimientos de Guacamayal y Sevilla del municipio de Zona Bananera al margen de la Ciénaga Grande. El rio Sevilla se desbordó y afectó directamente aproximadamente a 1200 viviendas. Respecto a los ríos hay una alta preocupación, pues los afluentes que nacen en la Sierra Nevada de Santa Marta, pueden crear deslizamientos en la parte baja del departamento y eventualmente en la parte alta de este macizo, a su vez, hay un seguimiento continuo al aumento del nivel del rio magdalena, que puede crecerse y generar emergencias.

Si bien, las lluvias son el primer foco de atención, la gobernación extiende el llamado para evitar cualquier tipo de riesgo de cara a la temporada de huracanes que arribará sobre el mes de junio. La atención a la población ha sido constante, pues se busca mitigar el impacto de esta crisis y protegerla ante el agravamiento de la misma. En el Consejo de Gestión del Riesgo realizado, participó el Invias, Ideam y hubo representación de las alcaldías de los municipios de Ciénaga, Zona Bananera y demás entidades de intervención.

Como medida oportuna se implementó un inventario capacidades conformado por un equipo humano capacitado, además de varios voluntarios que están dispuestos a actuar ante cualquier situación. Por otro lado, se dispone de un amplio parque de maquinaria amarilla y tanques de almacenamiento de agua potable, para la remoción de masa que pueda generarse por deslizamientos y de igual forma, para asistir a la comunidad en caso de que sea cancelado el suministro del líquido vital.

De igual manera, se dispuso de un albergue con todas las herramientas para la manutención básica de los damnificados, en este lugar se identificarán las necesidades básicas de la población y se instará a la solución oportuna de las mismas mediante la activación del plan de emergencia.

Cerca del 32 % del departamento presenta zonas de riesgo que están siendo evaluadas por las autoridades, presentando una mayor amenaza en la subregión del rio Magdalena, zona en donde ya se han presentado varios desbordamientos. Según el Ideam, la temporada de huracanes tendrá un impacto mayor al de los años anteriores, situación que aumenta el riesgo de crecientes y precipitaciones no solo en este departamento, sino, en gran parte de la región caribe. La Ciénaga Grande y la parte alta del macizo, ya ha presentado algunas inundaciones que han sido mitigada paulatinamente por los organismos de atención.

La temporada de lluvias se extenderá hasta el mes de junio según el Ideam, las regiones más afectadas por este temporal son la región pacífica y andina, zonas en donde hay varios deslizamientos e inundaciones que han alcanzado los perímetros urbanos.

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