Luego de la audiencia de reconocimiento que realizó la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en Ocaña (Norte de Santander), en la que diez militares aceptaron su responsabilidad en 120 casos de ‘falsos positivos’ en la subregión del Catatumbo, las repercusiones del evento no se hicieron esperar.
Una de las primeras en referirse al tema fue la representante en Colombia de la alta comisionada para los DD.HH. de la ONU, Juliette de Rivero, que en entrevista con Blu Radio, calificó de histórica esta audiencia.
“Hoy en día los militares han reconocido que las víctimas venían diciendo la verdad. Que sus familiares eran totalmente inocentes y se asesinaron a personas civiles. En cualquier caso donde se presente una situación tenemos que escuchar a las víctimas y protegerlas a ellas y a los testigos cuando aportan verdad”, mencionó la funcionaria.
Otra de las personas que se refirió a la audiencia de la JEP fue la candidata vicepresidencial por el Pacto Histórico, Francia Márquez, quien aseguró a través de las redes sociales que: “Hay una paradoja en los eventos de hoy. Mientras exmilitares reconocen su responsabilidad y piden excusas por ejecuciones a civiles, el ministro Molano las justifica estigmatizando y criminalizando a las víctimas de Putumayo”, dijo la fórmula de Gustavo Petro, haciendo referencia al debate de moción de censura que se realizó este 26 de abril en contra del líder de la cartera de Defensa.
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Unos de los militares que reconoció sus actos fue Daladier Rivera Jácome, capitán (r) del Ejército Nacional, quien dijo que varias de las armas que se les colocaban a las víctimas para hacerlas ver como guerrilleros se obtuvieron de una caleta que él mismo encontró en 2016, “las cuales se enviaban a los comandantes para que se desarrollaran las operaciones falsas y los falsos positivos”.
De su lado, Humberto de la Calle, jefe negociador por el Estado colombiano del Acuerdo Final de Paz de La Habana, también comentó acerca del evento. “Sí hubo una práctica de matar civiles para ganar estadísticas. Se sabía. Pero ahora es la voz de los militares la que narra esta tragedia”, aseguró en su cuenta de Twitter.
Otro de los militares que reconoció su responsabilidad fue el exsargento segundo del Ejército Rafael Antonio Urbano, quien habló de manera virtual y pidió perdón por haber participado en el asesinato de Luis Antonio Sánchez Guerrero.
En su intervención, aseguró que lo sacaron de su casa con mentiras y le hicieron una falsa propuesta para hacer una carrera - era taxista-, se lo llevaron del pueblo y lo asesinaron. “Este fue un complot contra este joven, quien era padre, buen hijo y buen esposo”. aseguró.
Quien también opinó sobre este tema fue el excandidato a la Cámara de Representantes por el Nuevo Liberalismo Fernando Posada, quien aseguró: “Las revelaciones en la audiencia de falsos positivos de la JEP son profundamente dolorosas. Es un proceso necesario en busca de verdad y reparación para las víctimas. Ya va uno entendiendo por qué algunos sectores políticos se han opuesto tanto a la JEP. Es urgente protegerla”.
Claudia Patricia Barrientos, una de las víctimas reconocidas en este caso, pidió a los comparecientes no encubrir a sus superiores. “Aquí sería importante mencionar al general Mario Montoya, a Juan Manuel Santos, ministro de Defensa, y al expresidente Álvaro Uribe. No los encubran, que todas esas personas que están detrás de esto salgan a la luz y que se esclarezca la verdad”.
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