Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, ha dejado claro a la justicia colombiana que tiene mucho por contar, pero no se sabe cuánto de verdad hay en sus palabras. En una reciente audiencia entregó un nuevo listado de nombres entre los que aparecen varios políticos y exmandatarios regionales, mientras se prepara para ser extraditado a los Estados Unidos.
Se había conocido que Otoniel entregó a los magistrados del tribunal de paz Alejandro Ramelli y Hugo Escobar Fernández de Castro, un listado de nombres de personas que tuvieron conexión con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y sus grupos disidentes tras la desmovilización, entre los que aparecen senadores, políticos, militares y empresarios.
Según lo informado sobre esa última diligencia, entre los nombres aparecía un exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia, que de acuerdo con el diario El Espectador, se trata Luis Pérez Gutiérrez, actual candidato presidencial independiente.
Otoniel señaló, como conoció el diario citado, que Pérez no financió ni apoyó militarmente a las AGC o los demás grupos, sino que fue cercano a alias Mi Sangre, a quien, según su testimonio, ayudó con la entrega de información. Incluso, las reuniones de ambos se habrían dado durante 2009 y 2010, cuando Pérez Gutiérrez no era funcionario sino coordinador de la campaña de Juan Manuel Santos en Antioquia.
Pérez habló con El Espectador y sostuvo que de haber conocido a Mi Sangre, habría sido durante la desmovilización de las AUC entre 2003 y 2005, cuando fue alcalde de Medellín; pero nunca tuvo una relación cercana con ese narcotraficante.
Mi Sangre es el alias de Henry de Jesús López Londoño, quien, desde hace una década, fue conocido en todo el continente americano como uno de los capos más poderosos. Buscando evadir a la justicia, terminó en Argentina, donde finalmente fue capturado en 2012 y extraditado a los Estados Unidos.
Pero hasta esa fecha, en Colombia no había una orden de arresto en su contra, pese al amplio expediente criminal. Inició como un ‘lavaperros’ de la ‘Oficina de Envigado’, encargado de proveer químicos para el procesamiento de cocaína y prostitutas para los jefes.
Pasó después a cumplir la misma función para el Bloque Centauros, uno de los más poderosos de las AUC, que dirigía Miguel Arroyave, para quien también servía alias Otoniel. López Londoño habría escalado hasta liderar el Bloque Capital con injerencia en Bogotá, de ese grupo armado.
Por esa razón, habría entregado las armas en Santa Fe de Ralito en el proceso de desmovilización como un mando medio a mediados de 2005. Pero para ese tiempo ya habría estado vinculado a Los Urabeños y, tras la captura de alias Don Mario, habría continuado con los hermanos Úsuga, clan heredero y posteriormente originario del Clan del Golfo dirigido por Otoniel.
De acuerdo con Caracol Radio, alias Mi Sangre habría ordenado el homicidio de un jefe de La Oficina por lo que tuvo que huir desde el 2007. Terminó en Argentina donde fue capturado el 30 de octubre de 2012 en la ciudad de Pilar, al norte de Buenos Aires, donde se daba una vida de lujo. La captura se hizo efectiva por una solicitud de extradición de la Corte del Distrito Sur de la Florida.
Desde el 2011 había alegado, incluso ante la CIDH, ser un perseguido político de la Policía colombiana, pero finalmente fue trasladado a los Estados Unidos en 2016. Dos años después fue condenado por haber conspirado para enviar más de 60 toneladas de cocaína a ese país, a través de una red de narcotráfico que pasaba por todo el continente. Entre ellos como uno de los principales proveedores de Los Zetas en México.
El testimonio de Otoniel que lo vincula con el exalcalde y exgobernador Luis Pérez deberá ser verificado por las autoridades, como el resto de personas que ha acusado de tener vínculos criminales con los grupos paramilitares, entre los que también mencionó a exgobernadores de Meta, Casanare y Guaviare, así como al excomandante del Ejército, Mario Montoya Uribe.
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