Las novedades de Sílaba Editores en la FILBo 2022

La editorial antioqueña estará presentando sus publicaciones más recientes en el pabellón de editoriales independientes, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá

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La editorial antioqueña es uno de los sellos independientes que hacen parte de la Feria Internacional del Libro de Bogotá.

(Facebook: Lucía Donadío).
La editorial antioqueña es uno de los sellos independientes que hacen parte de la Feria Internacional del Libro de Bogotá. (Facebook: Lucía Donadío).

La Feria Internacional del Libro de Bogotá reúne una vez más lo mejor de la edición independiente en Colombia. Ubicados en el pabellón 17 de Corferias, varios son los editores que exhiben sus proyectos. Entre los de Medellín, Sílaba Editores, el sello dirigido por Lucía Donadío, trae todo su catálogo y presenta sus más recientes publicaciones. Un poemario de Mónica Quintero, un nuevo libro de Juan Manuel Roca, una colección de columnas de Ana Cristina Restrepo, y el título más reciente de María Mercedes Andrade, entre otros libros.

La editorial fue fundada en 2009, por Donadío y, desde el 2011, Alejandra Toro Murillo la acompaña como socia editora. Desde sus inicios, se han propuesto vincular autores y lectores de todo el mundo a través de sus libros, procurando una alta calidad tanto en el contenido como en lo grafico, dando especial relevancia a la publicación y promoción de autores colombianos, respetando y cuidando los procesos de cada una de sus obras.

La visión de Sílaba, como se puede ver en su página web, es ser una empresa editorial sólida con un catálogo de obras de profundidad en el contenido y diversidad en sus géneros, que sea líder en el sector, no solo por la calidad material de sus libros, sino también por las acciones para impulsar escritores –sin distingo de género, credo, raza o geografía– y la cultura, a partir de la promoción de la lectura, la escritura y el desarrollo del sector editorial mismo.

Actualmente, publican títulos de cuento, novela, ensayo, poesía, periodismo, literatura infantil, tradición ancestral y otros géneros híbridos. Estos son algunos de los más recientes:

Tal vez a las cinco, Mónica Quintero.

“Los primeros poemas que leí de Mónica Quintero, hace muchísimos años, hablaban de un “él” amado y perdido para siempre. Un tiempo después apareció su nombre: Eduardo, su padre asesinado cuando ella no había cumplido aún su segundo año de vida. Esta pérdida es el hilo conductor de gran parte del presente libro, y la constatación de las soledades que vinieron después.

Otros poemas exploran el lugar de la poeta en el mundo, en la intimidad de su cuarto, en su cama, con su gato, en la convivencia con el Otro, en el trabajo, mientras estudia y va a clases de baile, cuando amasa pan y hornea tortas. Es como si hiciera un inventario de los sentimientos y objetos que constituyen su cotidianidad. La atmósfera que identifica el libro es una constante de soledad y desasosiego. Hay poemas sobre el vacío que deja el amado cuando se va; otros en los que nombra el encierro, el desespero, la soledad, la enfermedad como riesgo inminente que aguarda afuera de la casa en tiempos de pandemia. Aquí la muerte toma una forma menos metafórica, más real, más externa.

Aparecen, también, textos sobre la ciudad como espacio amado y temido, sobre el español como la lengua en la que se hace poesía; otros que describen la realidad como un conjunto de objetos que nos dan la certidumbre que necesitamos para caminar por la vida. Son las múltiples voces de la poeta que ha construido un mundo propio” - Lucía Donadío.

(Cortesía, Sílaba Editores).
(Cortesía, Sílaba Editores).

Autorretrato. Una alegoría al periodismo, Ana Cristina Restrepo.

Dice Yolanda Reyes, en la contratapa, que las columnas de este libro están organizadas alrededor de varios capítulos —”Feminismo y género”; “Conflicto armado y violencia en Colombia”; “El oficio periodístico”; “La política colombiana”; “Literatura”; “Infancia y educación”; “Religiosidad”; “Semblanzas y personajes”; y “Varios”— y no parece ninguna casualidad, sino, más bien, fruto de un trabajo deliberado, el haber elegido esos pilares para reunir el oficio de opinar durante tantos años y de hacer “hablar a una multitud”. El hilo que amarra los textos es ese “vínculo colectivo universal”, según las palabras de Restrepo, que nos convierte en testigos y dolientes de todas esas personas y de esas historias de las que no suelen, o no solían, ocuparse los columnistas de opinión. A través del ejercicio de escudriñar lo que está más allá de lo evidente y de observar los pequeños detalles de las vidas sin conformarse con repetir sus libretos, pero tampoco con pasarlos de largo como si no importaran, la travesía de Restrepo nos sitúa frente a esos otros mundos posibles que merecen ser contados.

CARATULA AUTORRETRATO (Cortesía, Silaba Editores)-
CARATULA AUTORRETRATO (Cortesía, Silaba Editores)-

Hubiera querido llamarme fuego, María Mercedes Andrade

La autora de este libro usa la prosa poética, un lenguaje reposado, reflexivo, autocrítico. Los personajes, en su mayoría mujeres, se expresan en diálogos consigo mismos, en monólogos Hubiera querido llamarme fuego es un libro que usa la prosa poética, un lenguaje reposado, reflexivo, autocrítico. Sus personajes, en su mayoría mujeres, se expresan en diálogos consigo mismos, en monólogos interiores, en conversaciones al vacío, en sueños que se confunden con la vigilia, en rememoraciones de un pasado que puede ser real o producto de la imaginación. Esa intimidad se refleja al narrar situaciones tan disímiles y crudas como la angustia de una niña que le pide a su madre que la proteja de ese “monstruo” que llega a las cinco a robarle pedazos de su inocencia; o la tristeza reposada de una Eva que contempla el cadáver de su Adán, ese amante-esposo-hijo, que regresó al polvo de donde fue sacado; o la locura domesticada en la que cae lentamente una mujer obsesionada con la limpieza de su apartamento, tal vez para conjurar el hastío de la realidad que la aguarda afuera de sus puertas.

Hubiera querido llamarme fuego es una suma de réquiems, un enjambre, mejor, de nostalgias o de duelos. Con esta nueva versión del libro, que mejora lo que no podía ser mejor, que restaura una habilidad irrepetible para articular la extrañeza nuestra de cada día, que recuerda que el humor también se da palabra por palabra y pone en escena un erotismo que viene de la muerte y vuelve a ella, es claro que somos afortunados al tener en las manos la prosa y la narrativa de una poeta estupenda” - Ricardo Silva Romero.

(Cortesía, Sílaba Editores).
(Cortesía, Sílaba Editores).

Mulieribus, Juan Manuel Roca

“Se puede pensar que las mujeres de estas páginas se revelan como en un álbum de fotos. Pero ¡cuidado! Cada mujer, en su urna de palabras, genera una conmoción en el lector al descubrir sus esencias, sus ropajes y entornos. En esta cuidadosa galería asombran el lenguaje, la sustancia estética, el milagro poderoso de la propuesta de Juan Manuel Roca. La hondura de su poesía nos convence de que hasta somos capaces de “lavar el agua, que es como lavar la liquidez del tiempo, como tocar el arpa de la lluvia” o de “coserle un botón al viento”. Y desfilan, como recién inventadas, Hellen Keller, la Joplin, Bettina Brentano, Sor Josefa de Castillo, Ofelia, Scherezada, Alicia. Conmueve el homenaje a ella, a María Mercedes Carranza que “al asomarse a la ventana encuentra que se robaron el paisaje.”

En esta espléndida colección vibran otras mujeres dulces con las peores heridas del amor; algunas brujas y gitanas y aquellas que se convierten en estatuas de sal. Quiero para mí el olor de las mujeres de Picasso, o las de Chagall que “siempre guardan en estuche de violín sus alas de balso.” Hay algo subversivo en las mujeres poéticas de Roca: dan ganas de desordenar el mundo, y como auténtica hechicera, apoderarme de “un papel de justiciera, de bienhechora y curandera, de conspiradora y no pocas veces de guía o sacerdotisa” - Lina María Pérez Gaviria.

(Cortesía, Sílaba Editores).
(Cortesía, Sílaba Editores).

Sílaba Editores estará presente durante toda la feria en el stand 1513, dentro del pabellón 17.

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