La Policía encontró casas de torturas y ‘pique’ que se relacionan con el hallazgo de cadáveres en el centro de Bogotá

Investigadores de la Sijín afirman que los homicidios se perpetraron en predios donde se ubicaban los extintos expendios de estupefacientes de los barrios San Bernardo, La Favorita y del sector de Cinco Huecos

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Imagen de archivo de las primeras demoliciones de los predios donde estaban los expendios de estupefacientes del barrio San Bernardo en el centro de Bogotá. Foto: Colprensa

La Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía de Bogotá le reveló a la revista Semana algunos detalles de las indagaciones que vienen realizando sobre los hallazgos de cadáveres abandonados en el espacio público del centro de la capital colombiana y algunas de sus localidades durante el último mes.

Según les informaron las autoridades, los crímenes los habrían cometido en las denominadas ‘casas de masajes’ donde las mafias del microtráfico en la ciudad llevan a sus víctimas para torturarlas y posteriormente asesinarlas en lo que sería una guerra por el reacomodamiento de las estructuras criminales que dominan ese negocio ilícito en la ciudad.

Uno de los lugares donde se ubican estos macabros sitios sería la llamada ’cuadra de la muerte’ en el barrio San Bernardo, que se encuentra entre predios que están en proceso de extinción de dominio, ya que allí solían estar los expendios de estupefacientes, también conocidos como ‘ollas’, de ese otrora tradicional sector, y que fueron desmantelados en la alcaldía de Enrique Peñalosa, reseñaron en ese medio de comunicación.

Pero habría más de estos lugares en los sectores aledaños de La Favorita y de Cinco Huecos, que paradójicamente están a metros de distancia de la Alcaldía de Bogotá y de la sede de la Policía Metropolitana de Bogotá. También indicaron las autoridades en Semana que los sitios de tortura se estarían camuflando entre los pagadiarios, a donde suelen acudir las personas sin hogar y adictos a los psicoactivos en ese sector de la ciudad para pernoctar hasta por 5.000 pesos.

Hasta esos lugares llevan a las personas sobre las que las mafias de la zona van a cobrar venganza, con métodos que infundan terror como son las torturas y descuartizamientos. Luego los verdugos del crimen organizado pagan a habitantes de la calle para que se lleven los restos humanos y los boten con la basura.

Los investigadores explicaron en Semana que en estas aberrantes prácticas, los criminales tienen establecidos horarios de traslado de los restos humanos y cuentan con una logística en que hombres que se movilizan en bicicletas realizan una avanzada para verificar que no haya policías.

Todo esto ocurre, según citaron en esa publicación, porque las estructuras que expenden los estupefacientes se están reorganizando para la distribución de los mismos en las localidades de la ciudad. Incluso manejan la hipótesis de que algunos criminales que llegaron de Venezuela se están rebelando contra sus jefes colombianos para dominar el negocio, lo que ha provocado estos homicidios con sevicia.

Los hallazgos

Son 10 casos los que consternan a las autoridades del Distrito Capital, luego de que los reportes de la Policía Metropolitana de Bogotá arrojaran denuncias de ciudadanos que se toparon con las víctimas, como si fueran desechos mal dispuestos en el espacio público.

Si bien al comienzo las autoridades solo sospechaban de cuatro casos, habiendo transcurrido 21 días de abril, estas muertes sistemáticas preocupan a la comunidad.

El sábado 2 de abril, en las localidades de San Cristóbal y Usme fueron encontrados dos cuerpos en una zona boscosa. Ambos occisos serían de aproximadamente 25 años y fueron hallados con evidentes heridas por arma de fuego en sus cráneos. De acuerdo con una hipótesis de la Policía, el doble homicidio se habría cometido días atrás.

No obstante, el 12 de abril en la plaza España, localidad de Los Mártires, un habitante de la calle alertó a la fuerza pública sobre la presencia de dos bolsas negras de basura que también contenían cadáveres: el primero de ellos, mutilado y con heridas por arma blanca, y el segundo con impactos de bala.

Con señales de tortura, amarrados de pies y manos y empacados en bolsas plásticas, estos cuerpos fueron la señal de que posiblemente los dos primeros casos no eran casos aislados.

Según pudo conocer el diario El Tiempo, las primeras versiones sobre estos crudos asesinatos indican que podrían tratarse de casos por ajuste de cuentas en el control del negocio del microtráfico en diferentes zonas de la capital.

Sin embargo, el coronel Ernesto Goyes, oficial de inspección de la Policía de Bogotá, aún no ha podido establecer que exista un patrón delictivo entre los homicidios, pese a que presenten coincidencias en la forma en como fueron ultimadas las personas en cuestión.

La consternación no termina ahí, pues en plena Semana Santa y hasta el miércoles 20 de abril, aparecieron seis cuerpos más, ubicados entre las localidades de San CristóbalTeusaquillo, UsmeEngativá y Kennedy, como desechos envueltos en bolsas negras de basura. Todos estos cadáveres aparecieron degollados.

El secretario de Seguridad de Bogotá, Aníbal Fernández de Soto, se pronunció sobre el problema de seguridad en que se están convirtiendo este caso y dijo que desde la secretaría priorizarán la investigación e intervención de las bandas criminales y redes de microtráfico que operan en la ciudad con recompensas que permitan que testigos de estos hechos denuncien más homicidios.

A las 10:30 a. m. del Jueves Santo (14 de abril), en la calle 26 con carrera 30, el cuerpo de un hombre fue abandonado en una bolsa negra y esta acción fue testificada por la comandante de la estación de la Localidad de Teusaquillo, la coronel Sandra Lancheros, quien contó que el cadáver estaba amarrado de pies y manos con señales de tortura:

Ese cuerpo fue traído desde otra localidad, la más cercana es Los Mártires. La Sijín está investigando si ese fue el lugar donde se cometió el homicidio

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