El pueblo indígena nukak y las comunidades campesinas de los corregimientos Charras y El Capricho, del municipio de San José del Guaviare, han convivido y compartido el territorio desde hace más de 30 años, en medio de conflictos y problemas entre sus comunidades.
Con el propósito de dar una solución pacífica a los conflictos internos entre las comunidades que han sido afectadas por el conflicto armado, indígenas nukak y campesinado de Guaviare presentaron el pasado 22 de abril, en el auditorio principal de la Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá, el ‘Acuerdo de voluntades por la vida digna y la defensa del territorio’ que tiene el apoyo de Forensic Architecture y la Comisión de la Verdad.
El líder nukak Alex Yau dijo en la presentación de este acuerdo que “estamos haciendo un arreglo con los campesinos para poder solucionar los conflictos, para poder vivir bien, para gestionar nuestros problemas y los errores que tenemos los campesinos y los nukak para relacionarnos”.
Para las partes comprometidas este acuerdo tiene como propósito la construcción de paz territorial e intercultural de la mano de instituciones como la Comisión de la Verdad, la Defensoría del Pueblo y la Misión de Verificación de las Naciones Unidas, quienes acompañaron todo el proceso para que se pueda articular al cumplimiento de las garantías de implementación del capítulo étnico del acuerdo de paz firmado el 26 de noviembre de 2016.
En la presentación del ‘Acuerdo de voluntades’ participaron diez indígenas del pueblo nukak y campesinos y campesinas de la región, quienes viajaron desde Guaviare para compartir su experiencia de convivencia.
“Para el campesinado del Guaviare es muy importante tener convivencia con los Nukak porque ellos han vivido todo el tiempo por acá, al igual que los campesinos y es mucho mejor que nos tratemos con respeto”, afirmó Edith Osorio líder campesina del departamento.
Los nukak representan el 0,1 % de la población indígena de Colombia. Principalmente se concentran en los departamentos del Guaviare y de Guainía, pero el último censo indígena, reporta una gran mayoría de población nukak en el departamento del Valle del Cauca, en donde, se afirma,habita el 41,7% de la población. Le sigue Vaupés con el 13,6% (147 personas) y Cauca con el 12,1% (131 personas).
Las comunidades de este departamento han identificado problemáticas territoriales como minas antipersonal, deforestación de la zona de reserva campesina y el resguardo indígena y la dificultad del retorno del pueblo nukak a su territorio. “Este espacio es para que nosotros aprendamos de ellos y ellos de nosotros”, expresó Joaquín Nijbe, asistente al encuentro.
Hernán Vargas, campesino de la región, aseguró que “los problemas de convivencia ciudadana entre campesinos y el pueblo nukak no dejan de pasar porque tanto unos como los otros tienen una cantidad de problemas no resueltos por el Estado. No hay proyectos productivos, no hay educación, no hay salud. En nuestro territorio se carece de los elementos básicos para una vida digna”.
Junto con la Gobernación del Guaviare, la Defensoría del Pueblo, la Misión de ONU en Colombia y la Embajada de Noruega en Colombia, la Comisión de la Verdad reconoció los esfuerzos de estas comunidades para solucionar sus problemas. “El reto es consolidar la búsqueda del buen vivir para comunidades profundamente afectadas por el conflicto armado”, afirmó la entidad nacida del Acuerdo de Paz.
Acuerdos entre el pueblo nukak y campesinado de Guaviare:
- Cuidar y defender el territorio protegiendo la selva, los alimentos que se producen y consumen, el agua, los animales y el bosque, buscando conjuntamente las garantías territoriales para el acceso, saneamiento, cese de la deforestación, retorno, cumplimiento de los derechos de las comunidades, e implementación integral del Acuerdo de Paz y su Capítulo étnico.
- Respetar la autonomía de las autoridades ancestrales de los asentamientos del pueblo nukak, la asamblea de las autoridades Mauro Muno y la Junta de Acción Comunal de cada vereda.
- Construir acuerdos sobre la base del reconocimiento histórico como víctimas del conflicto armado a partir de la construcción de confianzas, el diálogo y la solidaridad colectiva.
- Crear estrategias que reconozcan el rol de las mujeres nukak y campesinas y promuevan la eliminación de las violencias basadas en género, reconociendo que la guerra las ha impactado de manera diferencial y ha agudizado todas las formas de violencia contra ellas
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