Revelan boleta de ingreso de Piedad Córdoba a La Picota: la política se habría reunido con alias Gordo Rufla

Aunque la senadora dijo que había ido al lugar a ver a su hermano, en el documento solo se referencia la visita al narcotraficante

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Excandidata presidencial, Piedad Córdoba, hoy
Excandidata presidencial, Piedad Córdoba, hoy aspira al Senado por el Pacto Histórico. Foto: Colprensa.

La semana inició con un nuevo escandalo que involucra a la senadora electa Piedad Córdoba, quien es señalada de haberse reunido con narcotraficantes pendientes por ser extraditados en la cárcel La Picota, en Bogotá. La congresista aseguró que fue hasta el lugar solo a visitar a su hermano, Freddy Córdoba, pero este 21 de abril se conoció un documento que probaría que sí habría tenido contacto con los extraditables.

Se trata de una boleta de ingreso a La Picota, que sería el permiso formal para que Córdoba entrara al lugar. En el documento se referencia la visita de la senadora, pero no indica que haya pedido ver a su hermano. La solicitud es solo para hacer una entrevista a Juan Carlos Cuesta, alias de Gordo Rufla, reconocido narcotraficante y miembro del Clan del Golfo, quien está pendiente por ser extraditado a Estados Unidos.

Estos son los datos que resaltan de la boleta:

Fecha: 19 de febrero | Se autoriza el ingreso y salida del siguiente personal: Piedad Esneda Córdoba Ruíz. | Entrevista con el PPL Juan Carlos Cuesta Córdoba
Fotografía de Twitter de la
Fotografía de Twitter de la copia de la boleta de ingreso a La Picota de Piedad Córdoba, publicada por María JimenaDuzán.

De la boleta de ingreso llama la atención que tiene la fecha del 19 de febrero, pero la información que se conoció al inicio de semana es que la visita que hizo a La Picota se efectuó el 22 de ese mismo mes.

Adicional a esas visitas, se habla de que Córdoba habría llevado hasta el Pacto Histórico una carta firmada por un grupo de presos presidido por el paramilitar condenado Héctor Germán Buitrago, alias Martín Llanos, en la que pedían ‘inclusión social’.

Estos hechos agravaron la crisis que que ya venía atravesando el Pacto Histórico por cuenta de Juan Fernando Petro, el hermano del candidato Gustavo Petro, quien también estuvo entrevistándose con presos en La Picota. Inicialmente se habló de que el familiar del político estaba haciendo negocios con los presidiarios para bajar sus penas a cabio de votos por el representante de izquierda.

Al final, se aclaró que Juan Fernando fue enviado a la cárcel en una misión de trabajo. Él es funcionario de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz y estaba reuniendo testimonios de los presidiarios , pero no ofreciéndoles prebendas.

Con ese problema relativamente solucionado, el Pacto Histórico, para evitar verse inmerso en otras polémicas, optó por desligarse de Córdoba, al menos temporalmente, de su campaña. El mismo Petro le pidió a la congresista suspender sus actividades en la campaña mientras soluciona sus inconvenientes judiciales.

“Solicito a Piedad Córdoba suspender todas sus actividades dentro de la campaña, hasta que pueda resolver, ojalá, favorablemente, las sindicaciones jurídicas que se le hacen”, escribió Petro a través de su cuenta de Twitter.

Al parecer, la decisión no fue consultada con la senadora electa, hecho por el cual se declaró sorprendida. A pesar de eso, aceptó la decisión y aclaró los rumores sobre sus visitas a las cárceles y ser la posible mediadora de presos por corrupción y paramilitarismo. En su mensaje dejó claro que todo es para dañar su nombre y que si ha ido a la cárcel es debido a que su hermano se encuentra allí.

“Como es de público conocimiento, mi hermano Álvaro se encuentra privado de su libertad con fines de extradición por una acción de entrampamiento orquestada por agentes de la DEA para afectar la campaña electoral del Pacto Histórico, como ha denunciado el mismo Gustavo Petro”, puntualizó la política.

Ratificó que que teniendo en cuenta el contexto de lo que atraviesa su hermano en este tiempo ha ido porque lo apoya de forma personal y jurídicamente ya que es abogada de profesión, pero eso no hace que por ir a un centro penitenciario haya ido a hacer “acuerdos clientelares con capos”.

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