Qué pasa en el litigio con Nicaragua después del fallo de La Haya

La tensión entre los dos países aumentó tras el pronunciamiento del tribunal de justicia, Infobae consltó con varios internacionalistas sobre el futuro del diferendo y las posibilidades de que el régimen nicaraguense agreda alguna embarcación colombiana

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Nicaragua y Colombia desatan la tensión por su disputa territorial
Nicaragua y Colombia desatan la tensión por su disputa territorial

Las políticas internacionales de Colombia con algunos países se encuentran en su punto máximo, la ruptura de relaciones y la imprudencia de algunos dignatarios a colocado en tela de juicio el ambiente pacifico de la nación, a esto se suma el debate por el histórico fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en relación a la disputa por la plataforma territorial de San Andrés. Sobre dicho tema surgen preguntas y teorías sobre la eventualidad de lo que pueda suceder, pues empiezan a reducirse las posibilidades de conversación tras lo dicho por el presidente Iván Duque, quien no consideró la posibilidad de dar apertura a un dialogo.

Infobae Colombia consultó con especialistas en el tema sobre esta situación, pues a pesar que desde el año 2001 surgieron las diferencias, fue en el 2012 cuando todo explotó y la relaciones entre los dos países empezaron a fragmentarse. Esta situación ha sido rechazada desde el gobierno nicaragüense y el colombiano, ya que no hay un ánimo positivo que pueda determinar un fruto útil para ambos.

El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo Jassir, explica que ante esta situación surgen varios escenarios, inicialmente el país podría seguir acogiéndose al decreto 1946 del 2013, que aborda la dinámica de la plataforma continental de los territorios insulares, en esta mediante el artículo quinto, se expresa que hay una “zona contigua de los territorios insulares en el mar Caribe occidental”, hecho que eventualmente ha desconocido la vitalidad del fallo expuesto por La Haya.

Jaramillo enfatizó: “otra opción que surge; es que Colombia reconozca alguna autoridad por parte de Nicaragua en algunas aguas que siguen en disputa, Colombia mencionó eventualmente poder suspender algunos patrullajes, aunque eso no se puede. Pero cabe resaltar que los pescadores artesanales tienen libertad de navegación, incluso, que Colombia busque realizar una cooperación baja con Nicaragua”.

Por su parte, el profesor de Derecho Internacional de la Universidad del Rosario, Ricardo Abello Galvis, explicó que este proceso ya puede darse como finalizado, sin embargo, podría tener una nueva cara en caso de que el fallo sea incumplido por parte de alguno de los dos países. Abello sintetizó que por parte de Nicaragua podrían retomarse algunos recursos legales ante la misma Corte Internacional, determinando la posibilidad de demandar nuevamente y esperando que Colombia se acoja a las condiciones.

Incumplimiento de medidas

Otra de las problemáticas que quedan aún en una amplia nebulosa, tiene que ver directamente con la incursión de alguna embarcación ya sea militar o pesquera, teniendo en cuenta que este fue una de las aristas de debate por la importancia de las comunidades raizales en esta zona del país. Es importante resaltar que la pesca se convierte en el eje de producción de muchos isleños, pues su manutención y economía se ve atada a esta actividad.

Según el profesor Abello, en caso algún buque o barco navegue en la determinada Zona Económica Exclusiva de Nicaragua, se incurriría en la violación del fallo establecido, pues fue la misma Corte quien lo sancionó; los buques armados no podrán ejercer esta labor, no obstante, el panorama cambia mínimamente para la pesca tradicional, frente a esto, Ricardo Abello explicó: “lo que están haciendo es que la pesca se devuelva al mar, por otro lado, lo que puede pasar es que eventualmente retengan el buque y lo lleven a Nicaragua”.

A dicha premisa se suma el concepto del académico Mauricio Jaramillo, quien señala que los raizales pueden sufrir algunas consecuencias en caso de que no se respete el fallo, frente a esto afirmó: “si Nicaragua siente que Colombia no está respetando sus aguas o que hay patrullajes, es probable que desafortunadamente los raizales sufran hostilidad por parte de la fuerza militar de ese país, buscando hacer presión para que Colombia negocie”.

Jaramillo explicó que prima el principio de buena fe dentro de la libertad de navegabilidad, eso dentro de la navegación privada o particular. En caso que alguna embarcación militar surque sus mares, podría haber una moción de protesta e incluso varios países podrían respaldarla, teniendo en cuenta que políticamente nunca se ha considerado la violación marítima, terrestre o aérea por parte de ningún país, situación que beneficiaria en Nicaragua eventualmente.

Eventual conflicto

Al tratarse de dos países que presentan una ruptura diplomática, muchos indagan sobre la posibilidad de que se desencadene una posible beligerancia en el territorio, los dos expertos no la descartan, no obstante, señalan que para esto debe surgir un incidente de mayor proporción, pues ante todo se presume la libertad de navegación sin ninguna intención secundaria.

Jaramillo Jassir explicó que actualmente el termino de guerra se ha desprestigiado por los costos que esta genera, además destacó que independiente de la hostilidad que al día de hoy presenta Nicaragua por el desarrollo de las políticas de la dirigencia de Ortega, este país conserva un reconocimiento legal de los territorios gracias al mismo fallo de la Corte, frente a esto puntualizó: “por más de que las relaciones diplomáticas estén en un momento muy malo, tal vez el peor de nuestra historia, el litigio nos obliga a tener un vínculo diplomático que muy seguro el próximo gobierno colombiano va a tener que restablecer, por eso pensaría que estaría muy descartada la posibilidad”.

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