HRW denuncia que el Ejército estaría amenazando a los pobladores de Alto Remanso, Putumayo

En esta vereda se desarrolló la operación en la que murieron civiles y fue presentada por el Gobierno nacional como un golpe contra las disidencias de las Farc

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En la operación militar murieron
En la operación militar murieron civiles que se encontraban en un bazar. Gobierno defiende operación

Este 20 de abril Human Right Watch aseguró que en la vereda Alto Remanso, de Puerto Leguízamo (Putumayo), los miembros de la fuerza pública se han dedicado a amenazar e intimidar a campesinos e indígenas.

Estas presuntas intimidaciones se dan 23 días después de que se conociera del operativo en el que varios civiles, entre los que hay un menor de edad, una autoridad indígena y una mujer embarazada, fueron asesinados, al parecer, por militares que buscaban a alias Bruno, miembro de las disidencias de las Farc.

Según Human Right Watch, se presentará un informe en los próximos días que contará con testimonios de las personas del territorio y de fuentes oficiales.

El organismo de derechos humanos también criticó el informe presentado por la Defensoría del Pueblo, pues asegura que el documento no presenta conclusiones claras sobre los sucedido en esa comunidad.

Cabe recordar que sobre el desarrollo de la operación llevada a cabo el 28 de marzo, la Defensoría del Pueblo advirtió la obligación de respetar las reglas del Derecho Internacional Humanitario (DIH) en cuanto a los principios de precaución, distinción y proporcionalidad.

Es indispensable determinar si además de las víctimas ya identificadas, existen otras víctimas. Esto por cuanto algunas personas de la comunidad aseguran que hubo quienes cayeron en el río o trataron de huir del riesgo lanzándose al mismo

Entre otras cosas, la Defensoría dijo que durante los enfrentamientos se generaron daños a bienes civiles indispensables para la comunidad, y que existe un temor generalizado de represalias por parte de grupos armados que hacen presencia en la zona.

Reiteramos la importancia de aplicar de forma rigurosa el DIH. Y, asimismo, aprovechamos para hacer un llamado enfático a los grupos armados ilegales para que respeten el principio de distinción que prohíbe involucrar a la población civil en la confrontación armada, ocultándose o usándolos como escudo.

En su momento, Human Rights Watch logró confirmar que al menos cuatro civiles murieron durante el operativo: se trataría de Pablo Panduro Coquinche de 48 años, gobernador indígena del cabildo Bajo Remanso, así como Ana María Sarrias, de 24 años, la esposa del presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Alto Remanso. Por otro lado, confirmaron que durante el operativo murieron también Oscar Oliva, de 40 años, y Divier Hernández, de 35 años.

CIDH solicitó al Gobierno nacional claridad sobre lo ocurrido en Alto Remanso

Recientemente la CIDH hizo un llamado al Estado colombiano para investigar lo sucedido en la vereda Alto Remanso.

La Comisión exhorta al Estado a continuar investigando diligentemente este caso, que incluya como una de las hipótesis del delito, las actividades de defensa de derechos humanos y el territorio del señor Correa; así como sancionar a los autores materiales e intelectuales

Igualmente, recordó que ante denuncias de violaciones a los derechos humanos, corresponde a la justicia ordinaria conocer de las investigaciones, conforme a los estándares en la materia, y subraya la obligación del Estado respecto a brindar información clara, especialmente, sobre la cantidad de personas fallecidas, heridas, capturadas y desaparecidas durante el operativo militar mencionado.

En ese sentido, el organismo internacional instó a las autoridades correspondientes a continuar desarrollando investigaciones bajo protocolos que eviten la estigmatización de las víctimas y a tomar las medidas necesarias para “reparar este daño incorporando un enfoque intercultural que considere los impactos a las víctimas, sus familias y sus comunidades”.

Por último, hizo un llamado a Colombia a fortalecer su presencia integral en el territorio y garantizar un diálogo con las organizaciones de los grupos étnico-raciales, comunidades tribales y campesinas del país a los efectos de concertar acciones que garanticen el derecho a la vida y la integridad física de los pueblos étnicos y comunidades campesinas del país.

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