El 19 de abril se dio a conocer un caso que dejó sorprendida a la comunidad del municipio de Soacha, al sur de Bogotá. Las autoridades dieron a conocer que una mujer que vivía en condición de calle y se encontraba embarazada, había sido asesinada para robarle su hijo recién nacido.
La víctima, Sandra Johanna Álvarez, oriunda de Boyacá, había sido engañada durante varios meses por Yadira Alexandra Yepes Sotelo, quien había perdido un hijo a los tres meses de gestación y creó un plan para ocultar su perdida que incluía una estrategia criminal con el fin de conseguir un neonato y hacerlo pasar como propio.
Yepes Sotelo habría ganado la confianza de Álvarez asegurándole que le ayudaría en su proceso, con apoyo y dinero. En la semana 37, sabiendo que era una mujer con adicciones a sustancias psicoactivas, la indujo al consumo de drogas con el fin de dejarla en situación de indefensión y, acompañada de un cómplice, a quien le habría pagado $15 millones (unos 4 mil dólares) asesinarla y arrancarle a su hijo de viente.
Después de haberle quitado el bebé a Johanna Álvarez, Yepes fue conducida al hospital Yanguas, en el municipio cundinamarqués de Soacha, colindante con la capital colombiana, con el fin de realizarle un chequeo al recién nacido, que, aseguraba la mujer, había tenido pocas horas antes, sin mayores explicaciones.
“Llamamos a su familia y ellos nos informaron que estaba embarazada pero que, de un momento a otro, había aparecido con un neonato diciendo que el nacimiento había ocurrido de la nada. Dijeron que por eso la habían llevado al hospital porque su salud podía correr peligro. Luego terminó confesando que sí había estado embarazada pero que a los tres meses había sufrido de un aborto espontáneo y que por eso había comenzado a maquinar un plan para conseguir a otro bebé”, contó el coronel Livio Germán Castillo, comandante de la Policía de Soacha.
Tanto la comunidad médica como sus propios familiares notaron que Yadira Alexandra Yepes no presentaba las señales físicas que se esperarían de una mujer que acaba de pasar por un parto, por lo que, finalmente, el personal del hospital decidió comunicarse con las autoridades.
De forma paralela, la víctima había sido encontrada por habitantes de una zona rural conocida como la vereda de Chacua con un corte en su abdomen donde se podía observar parte de placenta y el cordón umbilical, a la 1:00 de la tarde del sábado 9 de abril. Sobre las 2:45 p. m., la Policía Metropolitana estaba realizando labores de patrullaje en el barrio San Nicolás, cuando les reportaron que la comunidad había encontrado (en zona montañosa) el cuerpo sin vida de una mujer, que yacía desnudo y con una abertura abdominal vertical.
Ahora, pasado tan solo un día desde que se conociera el caso, salió a a luz que este no sería el primer crimen ejecutado por Yadira Alexandra Yepes Sotelo. Según sus antecedentes judiciales, había sido procesada por los delitos de homicidio y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y, sumado a su repertorio criminal, en el momento que cometió el crimen contra la mujer, se encontraba con medida de detención domiciliaria por el delito de homicidio.
“Se logra la captura de esta mujer, Yadira de 23 años, a quien se le imputan los delitos de homicidio agravado, tortura, tráfico de niños, esta mujer tenia antecedentes de hurto y también detención domiciliaria por el delito de homicidio”. Explicó el coronel Castillo.
Por ahora, la autora intelectual se encuentra en proceso de judicialización y los cómplices, que serían tres sujetos más, ya fueron identificados y están siendo buscados por las autoridades. Por su parte, el menor de edad, se recupera de las condiciones extremas y violentas en las que nació en el hospital y en este momento está en proceso de restablecimiento de derechos por parte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf).
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