La polémica carrera militar de Mario Montoya, el excomandante del Ejército señalado por Otoniel de colaborar con los paramilitares

“Litros de sangre, tanques de sangre, a mí no me importa nada de capturas, a mí me tienen que dar son muertes en combate a como dé lugar”, habrían sido las órdenes de Montoya a sus soldados

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(COLPRENSA - ARCHIVO)
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El proceso legal en contra de Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, avanza hacia una dirección que destaparía hechos que, hasta el momento, solo son conocidos detalladamente por él. El pasado martes, el mencionado delincuente compareció ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y, en medio de lo que dijo, señaló al general (r) Mario Montoya Uribe de haber desarrollado operativos en conjunto con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

El exjefe del Clan del Golfo se encontraba ampliando la información que tiene en sus manos sobre la supuesta relación entre el Bloque Centauros con algunos altos mandos del Ejército para cometer falsos positivos, cuando salió a relucir el nombre de Montoya Uribe. Esta, sin embargo, no es la primera vez que entra en la conversación de los falsos positivos la presencia de aquel exmilitar, por el contrario, ya tuvo que enfrentarse a la justicia colombiana por estos hechos.

“Litros de sangre, tanques de sangre, a mí no me importa nada de capturas, a mí me tienen que dar son muertes en combate a como dé lugar”, se le escuchó decir al coronel retirado Gabriel de Jesús Rincón al parafrasear las que serían las órdenes de Montoya a sus soldados. Mario Montoya Uribe fue comandante de diez unidades del ejército colombiano entre 1991 y 2008.

No solo se le recuerda por sus polémicas declaraciones, sino también por su participación en acciones militares como la Operación Jaque, la Operación Fénix y la Operación Orión. Montoya fue una pieza importante del gobierno de Álvaro Uribe, en el 2006, de hecho, el entonces presidente le dio el nombramiento de comandante del Ejército Nacional.

REUTERS/Nathalia Angarita
REUTERS/Nathalia Angarita

En el 2002, se vio envuelto en la polémica cuando ocurrió la masacre de Bojayá en el Chocó. En medio de un combate con las AUC, las desaparecidas FARC lanzaron cilindros de gas en contra de una iglesia en la que se encontraban civiles resguardándose del intercambio de ataques en contra de ambos grupos armados. Testigos de los hechos, aseguraron haber visto a Montoya reunido con el grupo paramilitar.

“Yo exigí resultados operacionales, exigí operaciones; no bajas. Nadie puede decir que el general Montoya mandó a matar ni que me enteré que habían matado”, dijo, por su parte, Montoya, al comparecer ante la JEP en el 2020. Fue en el 2008 cuando el uniformado presentó su renuncia ante el Ejército Nacional, justamente, cuando el entonces jefe de Estado se enfrentaba a los cientos de cuestionamientos que se le hacían por la muerte de ciudadanos civiles que fueron presentados como supuestos guerrilleros.

En su momento, Montoya se llevó el título de ‘héroe de la patria’ por parte de Uribe Vélez. Las acciones de Montoya, de hecho, le significaron reconocimientos como seis Cruces de Boyacá, premios entregados por el Estado colombiano.

En julio del 2021, se informó que sería imputado por la ejecución de 104 personas que habían sido presentadas ante las autoridades como delincuentes pero que, según testigos y víctimas, eran civiles. “Lo vamos a imputar como el determinador por homicidio agravado (...) de 104 de los llamados falsos positivos (...) Todos los autores materiales fueron miembros activos del Ejército”, dijo a la revista Semana el fiscal general, Francisco Barbosa.

De acuerdo con cifras de la JEP, más de 6.400 civiles fueron asesinados por el Ejército Nacional a cambio de beneficios e incentivos por parte del Estado. “Lo que pasa es que no puedo ir allá reconociendo un delito que no he cometido. No voy a hacerlo. Me van a juzgar, me van a condenar. Pero ¿qué hago? Si reconozco, quiere decir que estaba comandando una organización criminal. ¿O sea que mi Ejército es una organización criminal?”, dijo Montoya en una entrevista otorgada a Martín Nova, escritor que dejó aquel testimonio plasmado en su libro Memorias militares, en una de las pocas entrevistas que ha dado desde que se retiró del Ejército.

“Desde el 17 de julio de 2018 el general Mario Montoya Uribe se presentó voluntariamente a la JEP y firmó su sometimiento a esa jurisdicción. Los sistemas judiciales fueron hechos para que uno no se le atraviese al otro y por ello yo le solicito honorable magistrado se rechace a realización de esta audiencia, pero si usted considera que no debe rechazarla, desde ya le planteo que debe existir un conflicto de jurisdicciones, el cual debe ser resuelto por la Corte Constitucional”, dijo el abogado de Montoya, Andrés Garzón,

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