El colegio Gimnasio Moderno que fue fundado en 1914 en la ciudad de Bogotá, como una institución educativa solamente masculina, luego de un siglo de funcionamiento hará un cambio histórico para convertirse en un colegio mixto.
Así será a partir del 2023, donde la institución educativa tendrá por primera vez en su historia matriculas mixtas, mientras que en lo que queda de este año estudiantil adelantaran mesas de trabajo para realizar el cambio en el plantel.
La institución educativa informó que el cambio se da debido a las nuevas dinámicas universales, donde altos cargos son ocupados por mujeres capacitadas, y tomando el ejemplo de la ingeniera aeroespacial de la NASA, la colombiana Daniela Trujillo, señalan la importancia de mezclar en el colegio las cualidades y capacidades de las nuevas estudiantes.
Ahora con la transición del Gimnasio Moderno a ser un colegio mixto, tan solo son 5 las instituciones educativas de la capital de la República, las que solamente imparten clases para estudiantes de género masculino.
Los directivos del Gimnasio Moderno, también señalaron según estudios citados, que el matoneo es más propenso en ambientes donde solo están personas del género masculino, por lo que la inclusión de mujeres en el plantel ayudara a reducir la hostilidad. Además señalaron que la educación exclusiva para un género es algo que ya no está bien visto, un concepto obsoleto.
Por otra parte un estudio indico que desde la pandemia se han presentado cerca de 8 mil casos de matoneo escolar en las diferentes instituciones educativas del territorio nacional. Expertos aseguran que para combatir los casos de violencia escolar se debe instruir a los padres y docentes de los niños sobre los mecanismos que existen para hacerle frente, pero también debe solucionarse desde el fondo: desde la educación del menor.
De acuerdo con la ONG Bullying Sin Fronteras, solo entre el 2020 y 2021, se reportaron 8.981 casos de bullying en Colombia.
Como medida para combatir este fenómeno, que ha venido en aumento durante los últimos años, el Congreso de la República expidió la Ley 1620 de 2013, mediante la cual se creó el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y formación para el ejercicio de los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar.
Con este sistema se obligó a los colegios a crear comités de convivencia para mitigar y prevenir diferentes problemáticas entre los estudiantes, entre ellos la violencia psicológica y física. Así, dentro de sus políticas de convivencia, cada institución estudiantil debe determinar los pasos a seguir cuando se ha presentado una situación de bullying o violencia escolar entre estudiantes.
Para Beatriz Molina, experta en derecho penal, lo anterior no ha sido suficiente, en la medida que los niños se enfrentan a diferentes factores que trascienden el ámbito escolar presencial y se expande a las redes sociales.
Por ello, asegura que “se debe instruir a los padres y docentes sobre otros mecanismos para prevenir y combatir el bullying. En primera instancia, se deben activar los mecanismos instaurados en el colegio. Y segundo, en caso de que dichas medidas no estén funcionando, se debe recurrir a acciones legales: civiles o penales, dependiendo del caso.”
Molina opina que por más que los casos hayan aumentado a lo largo de los años, esto no significa que esta conducta se deba tipificar como delito: “Lo ideal es que los colegios y las familias tengan métodos y programas educativos establecidos para evitar estos casos o para que, en caso de que se presenten, se dé una solución efectiva; pues en el evento en que una situación de acoso escolar se lleve a instancias judiciales, el conflicto puede tardar años en resolverse y se puede generar una revictimización en los menores”.
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