A la cuenta de la Dirección Ejecutiva de la Administración Judicial llegó el dinero que el exempresario Carlos Mattos acordó entregar para indemnizar a la Judicatura por los daños y perjuicios de haber incurrido en corrupción judicial por el Caso Hyundai. El sindicado pagó $3.731.310.000, los cuales fueron girados en tres partes: un pago por $2.500 millones; un segundo giro por $1.000 millones y el tercero por $231.310.000.
“Mediante el presente contrato las partes convienen terminar extrajudicialmente cualquier controversia judicial que pudiere surgir de estos hechos y precaver cualquier litigio”, se lee en el contrato que sustenta el pago de la indemnización.
Así las cosas, con el acuerdo y pago de lo acordado, las partes afectadas por los delitos cometidos por Mattos renuncian a abrir otros procesos legales en su contra por perjuicios y se declaran reparados por los daños ocasionados.
Fuentes anónimas revelaron que el empresario habría firmado el acuerdo desde la cárcel de Cómbita (Boyacá), donde está recluido desde el 2 de marzo, cuando fue trasladado porque se descubrió que había abusado de los beneficios que le otorgaron las autoridades en el reclusorio. Entre las irregularidades, está que Mattos se voló de la cárcel La Picota en varias oportunidades.
Por estos hallazgos, la Fiscalía General de la Nación negó el preacuerdo presentado por Mattos. Se espera que este 21 de abril la defensa del empresario insista para revivir el preacuerdo, pero si esto no se logra, el sindicado aceptará cargos por haber sobornado con 100 millones de pesos a la exjueza Ligia del Carmen Hernández para que ordenara inspeccionar a una filial automotriz que era competencia de Hyundai.
Aún con el preacuerdo rechazado, el pago de las indemnizaciones siguió en pie. Se espera que el dinero sirva para reparar los daños provocados con el caso Hyundai. De hecho, el 22 de abril otro juzgado dará a conocer cuántos años de prisión deberá pagar Mattos por haber sobornado con 700 millones de pesos al exjuez civil Reinaldo Huertas para que desviaran una demanda en contra de Hyundai hacia su despacho y posteriormente, emitiera un fallo a favor de la compañía que dirigía.
Cabe anotar que el 7 de abril el empresario empezó a aceptar los cargos imputados, es decir, por utilización Ilícita de redes de comunicaciones, acceso abusivo a un sistema informático, cohecho y daño informático. El empresario aceptó su responsabilidad por los últimos dos porque son los únicos por los que puede responder ya que son los únicos por los que España, país donde estuvo hasta noviembre del año pasado, lo concedió en extradición. Esto, porque en el país europeo solo existen los delitos de cohecho y daño informático.
El abogado Francisco Bernate, representante de la Rama Judicial como víctima, consideró que la aceptación de cargos es un paso positivo para la administración de justicia.
Al término de la audiencia donde aceptó culpa, Mattos señaló: “ante los colombianos presentó mi más sinceras disculpas, lo mismo que a la judicatura y a mi familia”, además envió un mensaje a los colombianos, “que tomen un ejemplo de mi de lo que no se debe hacer”. El empresario agregó que sostenía su intención de indemnizar a la Rama Judicial como víctima y que ese dinero sea usado para la formación de funcionarios judiciales.
Hay que recordar que las investigaciones contra Mattos iniciaron en 2018, año en el que el empresario salió del país hacia España, dando inicio a una intensa puja por lograr su extradición. Esta fue finalmente aprobada por primera vez en febrero del año pasado y retrasada en múltiples ocasiones, tanto por recursos interpuestos por la defensa del empresario, como por quebrantos de salud que él mismo ha venido experimentando.
Todo cambió el pasado 6 de octubre, cuando las autoridades del país europeo finalmente dieron captura cuando se aprestaba a comparecer en una citación en la Audiencia Nacional de España. Así, y con todo el papeleo aprobado desde inicios de año, la justicia española terminó la luz verde final para el traslado a Colombia.
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