Bogotá es una de las zonas del país que más acoge migración, se calcula que al día de hoy la capital tiene un promedio de 7.181.469 habitantes. Durante mucho tiempo, parte de la migración que a acentuado, es debido a que durante años personas en zonas de violencia han escapado buscado la forma de rehacer su vida, es importante aclarar que no solo han llegado víctimas, sino que han llegado excombatientes.
Debido a que la capital, al igual que otros territorios, tiene la necesidad de caracterizar sus habitantes para responder las necesidades de la población en el segundo semestre de 2021 se llevó acabo un censo para determinar cuántos excombatientes de las Farc se encontraban en Bogotá y se lograron identificados 604 reincorporados, de los cuales se censó a 563, que corresponden a 363 hombres y 200 mujeres.
En el proceso se identificó, además, que el 60,4 % de los ex-Farc en Bogotá llegaron antes de la firma del Acuerdo, 25,2 % durante el proceso de firma y a lo largo del 2017 un 35,2 %. La razón que expusieron las personas, cuando les preguntaron son las motivaciones para asentarse en la capital, fueron: las oportunidades laborales (40 %) y la posibilidad de lograr la reunificación familiar (34,2 %).
Sin embargo, una de las alertas que más llamó la atención es el tema de seguridad. Ante este panorama, este 18 de abril, el Gobierno Nacional y la Alcaldía de Bogotá, se comprometieron a buscar estrategias para la atención efectiva de la seguridad de los excombatientes. De esta misma manera, se expusieron las medidas adelantadas desde la institucionalidad para atender y prevenir ataques dirigidos a esta población.
“Cuenten con la voluntad del Distrito Capital para avanzar en la implementación de herramientas de protección y desestigmatización”, dijo el consejero de paz de Bogotá Vladimir Rodríguez a RCN Radio, y agregó: “Urge la presentación de la Ruta a los entes territoriales que más expulsan personas en proceso de reincorporación. Es importante que departamentos como el Cauca conozcan en detalle la Ruta para ser más eficientes en Bogotá”.
Las alertas entorno a la seguridad han quedado en evidencia este primer trimestre del 2022. El pasado mes de febrero, un local gestionado por excombatientes de las Farc en Bogotá, fue vandalizado siendo el tercer establecimiento de firmantes del Acuerdo Final de Paz que sufre un ataque en lo que va de año.
“Estamos haciendo responsable al Gobierno nacional, pues ya se han dado situaciones similares seguidas durante este mes. Desafortunadamente no vemos que el Gobierno y las entidades competentes estén tomando acciones. Sí vemos una sistematicidad, pues con lo de la casa de La Roja y lo de hoy vemos que hay un mismo modus operandi, ya que rompen unos vidrios, cortan las rejas, no se llevan mayores cosas, pero si es como un mensaje de: ‘les queremos hacer algo’”, señaló en su momento Sofía Nariño, miembro de la dirección del Partido Comunes.
Otro hecho el pasado 3 de febrero, “personas no identificadas ingresaron a la fuerza a la propiedad y hurtaron productos de las iniciativas productivas de los firmantes del acuerdo de paz”, en la Casa Cultural La Roja, también ubicada en Teusaquillo, donde se comercializan productos realizados o cultivados de 22 familias de excombatientes.
“Esta es una muestra más del sabotaje a las iniciativas productivas de la reincorporación social y económica de las y los firmantes pues además generan zozobra y temor en el colectivo”, dijo en su momento Comunes en un comunicado.
Y el 21 de enero el mismo partido anunció que habían encontrado un artefacto explosivo en Casa Alternativa, un restaurante también de Teusaquillo que es sede de un proyecto de uno de los firmantes. Se encontró el día antes de que el partido liderado por Rodrigo Londoño, último jefe de la cúpula de las Farc y conocido como Timochenko, fuera a realizar el evento del lanzamiento de su campaña electoral.
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