La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tendrá una nueva cuota colombiana: la periodista Jineth Bedoya Lima, designada esta semana como nueva embajadora global en la lucha contra la violencia sexual.
Bedoya es una de las caras de la violencia de género en el país y el continente, pues no solo se enfrentó a agresión sexual, secuestro y tortura durante el conflicto armado en su tierra natal, sino que su caso llegó a los estrados de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) que, en un fallo histórico, condenó al Estado colombiano por los crímenes a los que sometieron a la hoy subeditora del diario El Tiempo.
La periodista bogotana aseguró que representa “un reto y un honor” convertirse en vocera de las miles de víctimas alrededor del mundo que, como ella, sufrieron el flagelo de la agresión sexual. La ONU, por su parte, destacó la insigne labor de la comunicadora por quienes han sido agredidas.
“Elogio su valentía y compromiso para elevar el tema de la violencia sexual relacionada con el conflicto a la agenda pública y el registro histórico en Colombia y en el mundo, y su búsqueda de justicia, verdad y reparación por estos crímenes atroces durante dos décadas”, señaló la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Pramila Patten.
Por qué Bedoya se convirtió en un emblema contra la violencia sexual
Patten no solo destacó a la hoy nueva embajadora de la ONU por su designación, también por el fallo de la Corte IDH a su favor, el 20 de octubre de 2021, en el que declaró responsable al Estado del ataque contra Bedoya dentro de la cárcel La Modelo (Bogotá) el 25 de mayo de 2000 y del posterior secuestro, en el que fue agredida sexual, física y verbalmente por paramilitares.
“Este fallo marca la primera vez que un tribunal considera específicamente el uso de la violencia sexual como una herramienta para silenciar a una mujer periodista en el contexto del conflicto armado colombiano”, expresó Patten.
El fallo en mención llegó 21 mode después de los flagelos a los que fue sometida Jineth Bedoya en la penitenciaría capitalina mientras intentaba cumplir sus labores periodísticas, al dirigirse a ese lugar para entablar una entrevista con Mario Jaimes Mejía, alias ‘el Panadero’, un paramilitar condenado.
Sobre la decisión de la Corte IDH
Según la Corte, el Estado no le brindó las garantías básicas de seguridad a la periodista y permitió que, una vez estuviera en la entrada del centro de reclusión, la secuestraran y la sometieran a todos los delitos “graves, precisos y concordantes”.
Valga recordar que Jineth fue amenazada por un sujeto que, luego de encerrarla durante horas en un sótano de La Modelo, la obligó a subirse a un carro, la trasladó a la ciudad de Villavicencio y, en el recorrido, la sometió a las agresiones en mención.
La Corte IDH criticó las acciones de los guardas del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) que, a sabiendas de que Jineth asistiría a la cárcel para realizar su labor informativa, la dejaron sola y a merced de los criminales que atentaron en su contra. “Junto con la extraña actitud del guardia de la entrada, quien habría dejado en la puerta a la señora Bedoya sola al momento del secuestro, pese a que tenía noticia de su visita”, se lee en el documento de 89 páginas emitido por el tribunal.
En los cuestionamientos que los juristas internacionales emitieron también se evidenciaron serios señalamientos contra la Policía Nacional, cuyos miembros tenían “pleno conocimiento de la presencia de la señora a esa hora en la puerta del presidio”, afirmó la Corte IDH, ratificando lo dicho por Jineth en múltiples oportunidades, que en su secuestro participaron miembros de esta institución.
“Estos indicios resultan más graves teniendo en cuenta que lo que la víctima estaba investigando eran delitos cometidos en un contexto de criminalidad organizada con intervención de funcionarios en relación con secuestros y transferencia de secuestrados”, dijo la Corte.
En el fallo también se cuestionó con vehemencia que la justicia colombiana se demorara tantos años en determinar penas contra los sujetos que atentaron contra Bedoya. Luego de dos décadas, solo tres personas recibieron condenas por los crímenes hacia la víctima. “El tribunal observó que, a la fecha de emisión de la sentencia, no se había podido determinar la autoría intelectual de los hechos ni de demás coautores que pudieran haber participado en los mismos”, agregó.
En concreto, los condenados por este mediático caso fueron los exparamilitares Alejandro Cárdenas (‘J. J.’) y Jesús Emiro Pereira Rivera (‘Huevoepizca’), a 30 y 40 años de cárcel, respectivamente, y ‘El Panadero’, sentenciado a 28 años de prisión.
Cuando Bedoya fue víctima de los hechos ya descritos se desempeñaba como corresponsal del también diario bogotano El Espectador, al que asistió para documentar los homicidios y luchas de poderes mafiosos, entre otros sucesos reprochables que ocurrían en La Modelo, una de las cárceles más antiguas de Colombia. Por lo sucedido, el fallo de la Corte IDH también cobijó a Luz Nelly Lima, mamá de Jineth, quien también sufrió bastante por las agresiones a su hija.
“Esta sentencia es una hoja de ruta no solo para reparar a Jineth, sino también para avanzar en la protección de las mujeres periodistas y el acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia sexual”, señaló en el 2021 la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), apoderada del caso de la periodista ante la corte internacional.
El fallo también respaldó el programa No es hora de callar, desarrollado por Jineth Bedoya desde 2010 y que le valió para hoy convertirse en un emblema del territorio colombiano para luchar por todo el mundo contra estos crímenes.
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