Luego de que en la ciudad y el mundo entero se tuvieran que vivir confinamientos y restricciones para la movilización de las personas a causa de la pandemia del nuevo coronavirus sars-cov-2, en uno de los templos católicos más tradicionales de Bogotá, la iglesia del 20 de julio -en el suroriente de la ciudad-, volvió a recibir a cientos de miles de personas que estuvieron de peregrinaje en esta Semana Santa.
“Después de dos años de cierre total por pandemia la parroquia abre sus puertas nuevamente a la presencialidad. La Iglesia del 20 de Julio es el monumento religioso más visitado de todo el país, cerca de 5 millones de personas lo visitan anualmente y es por eso que tienen que conocerlo”, explicó Juan Carlos Triana, el alcalde de la localidad de San Cristóbal.
Nuevamente se volvieron a ver los rostros de los fervientes feligreses que, como ha sido costumbre desde mediados del siglo XX cuando se erigió la edificación, acuden para que sus símbolos religiosos sean bendecidos. En la alcaldía de la localidad tienen un estimado de una asistencia de 100.000 personas para esta Semana Santa.
Precisamente una de las actividades económicas más importantes de los habitantes de este sector del suroriente de Bogotá es la venta de imágenes y objetos para la devoción católica que se comercializan en los alrededores de la plazoleta de la iglesia.
Esta tradicional edificación católica fue consagrada en 1942, año en que se concluyó la construcción, a la imagen del Divino Niño de Praga, por lo que se le conoce también por ese nombre. En la foto se observa a algunos de los habitantes del sector que cargan las figuras religiosas con las que hacen procesiones en el barrio del mismo nombre.
Para esta ocasión se dispuso de todo un operativo de acompañamiento de las autoridades para las actividades religiosas que se llevarían a cabo en la plazoleta que se ubica exactamente sobre la carrera 7ª con calle 25 sur. Participaron gestores de la alcaldía, policías e integrantes de los organismos de emergencia.
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