La alcaldesa de Santa Marta, Virna Johnson, tuvo que declarar la calamidad pública dado que el agua en la ciudad el agua está escaza, lo que ha llevado a que varios ciudadanos tengan problemas con el abastecimiento. La administración decidió realizar lo que denominó ‘Rutas del Agua’, donde la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta, Essmar, está llevando carro tanques a los barrios con el fin de sanear esta problemática.
El Departamento Administrativo Distrital De Sostenibilidad Ambiental, DADSA, emitió la Resolución 0134 del 13 de abril en el que se adoptan medidas y acciones para la reducción del riesgo por la falta del agua. Dicha medida contempla restringir algunas actividades cotidianas, tanto para los hogares como para el comercio en general, las cuales se consideren de alto impacto y/o que generen afectación en el desabastecimiento del preciado líquido.
Algunas de las restricciones son: lavar vehículos, fachadas de casas, comercios o espacios públicos; regar excesivamente jardines y zonas verdes; no se podrán usar piscinas y toboganes; realizar actividades que impliquen el uso excesivo del agua. Según el decreto, la medida tendrá una vigencia de 6 meses, a no ser que se levanten las prohibiciones.
La preocupación, además del desabastecimiento, es por el turismo. Según la Alcaldía de Santa Marta en el transcurso de la Semana Santa se esperan unos 170.000 visitantes, a pesar de que algunos sectores de la ciudad llevan más de 20 días sin agua.
Según la Asociación Hotelera y Turística de Colombia, COTELCO, en la capital del Magdalena, los visitantes sí podrán hacer uso de las piscinas, ya que son aguas confinadas que se les da tratamiento bajo los protocolos requeridos por las autoridades nacionales.
Este pronunciamiento va en contravía a lo expuesto en el decreto anteriormente reseñado, por eso, Sara Candanoza, directora del DADSA, anunció que la administración le recomendó al gremio hotelero y la ciudadanía en general que pueden usar las piscinas, pero se deberá evitar hacer recambios del agua o llenados.
La alcaldesa Johnson le hizo un llamado al ESSMAR para aumentar los esfuerzos en el transporte del agua a las comunidades y a los habitantes de hacer un uso adecuado y racional de los recursos hídricos. También se estableció una semaforización para el uso del agua: la idea es establecer un pico y placa a los lavaderos de vehículos. Esta medida será socializada en el transcurso de los días, con el fin de llegar a acuerdos con los propietarios de estos establecimientos, sobre los horarios en los que podrán operar.
Otro problema que tiene el suministro del agua en Santa Marta, es el hallazgo que se manifestó en el foro “Acciones reales para problemas reales”, donde el procurador judicial, ambiental y agrario del Magdalena, Jorge Escobar, dijo que se encontró con una bacteria denominada ‘escherichia coli’, la cual es un patógeno de las heces fecales,
“En los pozos hay bacterias de heces fecales porque hay una recarga de aguas residuales y por ende, se filtra dicha bacteria. En Santa Marta recirculan y se rebombean aguas residuales y eso se pudo establecer en un estudio del año 2018, donde se dijo que no cumplieron los criterios de calidad los siguientes pozos: U2 alcalinidad y dureza, U4 alcalinidad y dureza, U25 escherichia coli y ningún pozo cumplió el nivel permisible de coliformes”.
Aunque el gobierno y la alcaldía aseguraron que están trabajando en la mejora del servicio del agua, la superintendente de Servicios Públicos, Natasha Avendaño, señaló que eso es una obligación, reseñada en la constitución política. “La excusa siempre ha sido la plata, pero en el 2015 el distrito tenía 167.321.000 millones de pesos de recursos propios, es decir que sí había plata para solucionar la problemática del agua. Para el año 2017 se trazó una hoja de ruta para revisar si se había atendido la recomendación del estudio, pero la administración distrital de la época la obvió”, dijo.
SEGUIR LEYENDO: