En las últimas horas se conoció que más de 500 familias campesinas están incomunicadas luego de que las fuertes lluvias provocaran una creciente en una quebrada que terminó afectando la vía que comunica a Onzaga, Santander, con el departamento de Boyacá.
La alcaldesa de Onzaga, Johana Grimaldos, confirmó que, “la vía está dañada en tres sectores. En esa zona viven más de 500 familias campesinas que producen alimentos lácteos, frutas y verduras. Hay pérdida total de la calzada en los corregimientos de Susa y Tombita”.
Además, advirtió que, “la dimensión de estos daños se sale de las manos de respuesta del municipio”.
Y es que la temporada de lluvias ha afectado de manera significativa el departamento de Santander, tanto así que organismos de emergencias en el municipio de Confines mantienen la alerta luego de un fuerte aguacero que se registró en esta población santandereana y que generó varias afectaciones.
Ya que según algunos pobladores, una fuerte tormenta provocó que colapsaran los alcantarillados, inundando varias viviendas en el casco urbano, mientras que en el sector rural del municipio los cultivos de café y cacao se vieron afectados.
Por otro lado, en Barrancabermeja una vivienda resultó afectada por la caída de un árbol afectando a la propietaria del inmueble, Ludmila Gutiérrez de 50 años y reside con un nieto. Ninguna persona resultó herida.
El hecho se presentó en el sector La Represa, vía que comunica con el corregimiento El Llanito, en donde por lo menos el 50 % de la vivienda resultó destruida debido al peso del árbol.
Vale recordar que en Barrancabermeja las autoridades de Gestión del Riesgo de Santander, mantienen una alerta por el crecimiento del río Magdalena, el cual está a pocos centímetros de desbordarse.
“Mantenemos un monitoreo de dos veces al día sobre la fuente hídrica, con el fin de prevenir a las comunidades sobre los posibles desbordamientos”, indicó Adith Romero, subsecretario de Gestión del Riesgo.
Desde la oficina de Gestión del Riesgo de Santander informaron que cerca de 85 familias, en la zona rural, se encuentran en alto riesgo producto del desbordamiento del río Magdalena, que está a punto de llegar a su cota máxima.
“Hicimos un censo en el que identificamos que cerca de 85 familias que viven en las veredas de La Candelaria, Caño Rasquiña y Los Ñeques están en alto riesgo de inundación”, explicó el subsecretario de Gestión del Riesgo de Santander, Adith Romero, que añadió que se está monitoreando dos veces al día la fuente hídrica, con el fin de prevenir a las comunidades sobre los posibles desbordamientos.
“Se les ha indicado a las comunidades que lo mejor es que evacúen el sector, ya que su seguridad se ve afectada. Algunos han hecho caso y en estos momentos se ubican en salones comunales y colegios aledaños donde el agua no llega tanto”, agregó el subsecretario.
Quienes se rehúsan a salir de sus hogares lo hacen porque en esta zona tienen sus cultivos y animales, de los cuales depende su economía.
“Hasta el momento la cifra exacta en pérdidas económicas y en cultivos de estas comunidades no se conoce, sin embargo, se puede afirmar que los cultivos con mayor afectación son los de maíz”, concluyó Romero.
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