Definida en su plan de gobierno como una “excelente alternativa en el programa de sustitución de cultivos”, el candidato independiente Rodolfo Hernández (Piedecuesta, 1945), considera que la industria del cannabis medicinal generaría en exportaciones 1.300 millones de dólares a 2030, lo cual significaría una fuente importante de ingresos para Colombia.
Para Hernández, quien se caracteriza por un estilo directo en la presentación de sus ideas, implementar una industria de este tipo en el país mejoraría tanto en la equidad como en la distribución del ingreso al promover puestos de trabajo para 44.000 personas de manera directa en los próximos años.
“Un producto en donde el país puede hacerse muy fuerte es el cannabis medicinal, pues hay mucha tierra que podría dedicarse a este promisorio cultivo, como lo demuestra la gran cantidad de inversión extranjera que ha llegado para producirlo en muchas regiones del país. Prácticamente el cannabis puede sembrarse en todo el territorio nacional y podría ser una excelente alternativa en el programa de sustitución de cultivos”, destacó el candidato en la presentación de su programa de gobierno.
Hernández se apoyó en un estudio de Fedesarrollo que señaló que la industria de la marihuana medicinal generaría exportaciones superiores a los 1.700 millones de dólares en el año 2030 —cifra que utilizó el candidato como justificación para su argumento:
“Con un panorama tan alentador y ejemplos promisorios como el mencionado, se puede considerar que, si se toman acciones creativas en el desarrollo industrial, el país podría inclusive aumentar sus expectativas y aportar también a mejorar sus índices de equidad”, destacó el candidato.
Además de considerar al cannabis medicinal como “motor” para la economía en caso de un eventual gobierno de Hernández, éste consideró que se debe industrializar la producción de amapola y de coca, especialmente en derivados del aceite.
Especialmente en caso de reducción de la violencia en las zonas armadas afectadas por el narcotráfico en Colombia.
“Implementar modelos asociativos o agroempresariales entre grandes, pequeños y medianos productores para la transformación de los productos agrícolas. Para ello, en todas las regiones se apoyará la generación de dicha industria con el objetivo de que intervenga, por ejemplo, en el proceso del cannabis medicinal, de la amapola y de la coca en aceite, así como otros derivados”, destacó.
Los vacíos legales que deja la nueva regulación de cannabis de uso industrial en Colombia
Luego de que de que el presidente Iván Duque expidiera la Resolución 227 de 2022, con la cual se reglamenta el Decreto 811 de 2021 en el que se establecen los lineamientos para el uso industrial de cannabis en el país, que entre otras, estima las condiciones para la exportación de la flor seca de cannabis, establece todos los procedimientos para el uso industrial de la planta en sectores como alimentos, bebidas, bebida alcohólicas, suplementos dietarios y estipula los términos en los que se podrá usar con fines científicos o medicinales, son tres las incógnitas que dejan en vilo a los empresarios que han recorrido un largo camino en Colombia para lograr llevar a la práctica su negocio.
En declaraciones para INFOBAE COLOMBIA, la experta en Derecho Sanitario y Farmacéutico, Luz Helena Vargas advierte del primer vacío legal tiene que ver con el CBD: “Si bien las autoridades dieron luz verde al uso de productos con THC, los productos con CBD son mucho más atractivos comercialmente, una categoría para la cual aún estará sujeta a la reglamentación que expida el Ministerio de Salud y Protección Social”.
De momento, no existe una reglamentación sobre los requisitos microbiológicos a los alimentos que contenga este ingrediente (componente vegetal, grano y derivado no psicoactivos de cannabis), por ello, afirmó, “si se presenta una solicitud en este momento, no es posible iniciar los trámites de inmediato, hay que esperar hasta que el ministerio defina los requisitos específicos que deban cumplir estos productos”.
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