El fútbol enmarcó ciertos momentos en la historia que tienen un valor sentimental enorme en una época del tiempo en donde la realidad superó la fantasía. Esto fue lo que sucedió en aquel Mundial de Italia 1990, cuando la Selección Colombia, no solo regresaba al torneo después de 28 años, sino que iba a tener un resultado histórico contra una una de las mejores selecciones de la historia. Freddy Rincón, el encargado de realizar el antológico gol.
Así fue el camino al partido ante Alemania
En las Eliminatorias al Mundial del 90, la Selección Colombia se ubicó en el grupo 2 junto a Paraguay y Ecuador, obtuvo cinco puntos, producto de dos victorias y un empate. La Tricolor se impuso 2-0 sobre Ecuador, 2-1 sobre Paraguay y empató sin goles con Ecuador. Esto le permitió quedar en el quinto puesto de la clasificación, por lo que tuvo que ir a disputar el repechaje contra Israel. El juego de ida en Barranquilla terminó con un 1-0 a favor con un tanto del ‘Palomo’ Usuriaga, mientras que en Ramat Gan el encuentro quedó sin goles. Colombia regresó al Mundial.
Una nueva era en la Selección Colombia empezó, gracias a la aparición de nuevos talentos como era el caos de René Higuita, Andrés escobar, Leonel Álvarez, Arnoldo Iguarán, Carlos ‘El Pibe’ Valderrama y Freddy Rincón, todos comandados por el entrenador Francisco Maturana. Fue de esta manera que este grupo logró lo impensable y llevó a la Tricolor a disputar el torneo más importante de selecciones a Italia. Este equipo ya había dado algunas pinceladas de talento en la Copa América de 1987 al quedar en tercer lugar por encima de Argentina y Brasil.
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La Selección Colombia estuvo ubicada en el bombo tres y el nueve de diciembre de 1989 conoció a sus rivales en el la primera fase del certamen mundialista. Emiratos Árabes Unidos, Yogoslavia y la favorita al título, la selección de Alemania Federal que tenía en su plantilla a jugadores de gran calidad como Jürgen Klinsmann, Rudi Völler, Guido Buchwald, Lothar Matthäus, entre otros.
La Tricolor comenzó con pie derecho su participación en el Mundial al vencer 0-2 a la Selección de los Emiratos Árabes Unidos en el estadio Renado Dall’Ara. El equipo de Maturana se impuso con goles de Bernardo Redin al 50′ y Carlos ‘El Pibe’ Valderrama al 85′. Por otra parte Alemania se impuso 4-1 a Yugoslavia. Un triunfo que llenaba de confianza al equipo dirigido por Franz Beckenbauer.
En la segunda fecha Colombia cayó por la mínima diferencia ante Yugoslavia en el Renato Dall’Ara con un tanto de Jozic al 75′. Una derrota que fue un verdadero golpe al equipo de Maturana que esperaba tener una ventaja en puntos antes de enfrentar a Alemania, que por su parte goleó 5-1 a los Emiratos Árabes Unidos. El equipo de Beckenbauer llegó pisando fuerte, nueve goles en dos partidos y solo dos tantos recibidos, el reto que tuvo la Tricolor no fue fácil.
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Y lo impensable sucedió...
El 19 de junio de 1990, el estadio Giuseppe Meazza de la ciudad de Milán se convirtió en el escenario perfecto para una de las gestas más grandes en la historia del fútbol colombiano. La Tricolor, que venía de ser golpeada por Yugoslavia, tenía en frente al, posiblemente, el rival más duro de toda la fase de grupos. El equipo de Beckenbauer, ya clasificado a la siguiente ronda, quería mantener la seguidilla de victorias, por lo que no guardó nada para el duelo ante los colombianos. Maturana, por su parte, apostó por un equipo rápido, pero que se cuidara mucho en defensa.
René Higuita; Andrés Escobar, Gildardo Gómez, Luis Herrera, Luis Carlos Perea; Gabriel Gómez, Carlos Valderrama (C), Leonel Álvarez, Luis Fajardo, Carlos Estrada y Freddy Rincón, fue el equipo escogido por el entrenador Maturana para el partido más importante de su carrera como entrenador hasta la fecha. Beckenbauer por su parte jugó con Illgner; Reuter, Augenthaler, Buchwald, Berthold, Peluegler; Haessler, Matthaeus, Bein; Voeller y Klinsmann.
El encuentro comenzó y desde los primeros minutos Colombia empezó a imponer su estilo de juego, sin embargo, Alemania, al recuperar la pelota, trataba de hacer daño por el juego aéreo. Un partido cerrado en el que los dos equipos propusieron juego ofensivo. La Tricolor le estaba jugando de ‘tú a tú' a la Selección de Beckenbauer. El encuentro se fue al descanso con un empate sin goles en el marcador. Restaban 45 minutos para el todo o nada en el Giuseppe Meazza.
En la segunda parte Alemania se mostró más fuerte, sin embargo, los toques rápidos de Colombia y las transiciones bien ejecutados entre defensores y atacantes, les permitieron llegar hasta los últimos metros para inquietar la portería del guardameta rival. A falta de pocos minutos para el final, parecía que el partido terminaría en un empate. Una jugada individual de Voeller que dejó en el camino a varios jugadores colombianos, terminó en un pase filtrado para Pierre Littbarski que con un potente remate venció a Higuita. Alemania se iba adelante en el marcador a pocos minutos del final.
Como si se tratara de una película, un minuto después una jugada que comenzó con Leonel Álvarez terminó una triangulación casi perfecta de la Selección Colombia, con un pase de Valderrama al espacio a Freddy Rincón que remató por debajo de las piernas del guardameta Illgner y anotó el empate. Un gol impensado, un gol soñado, un gol histórico. El jugador de Buenaventura marcó una de las anotaciones más importantes de la historia de la Selección Colombia.
Puños al aire, un grito de emoción y una imagen que le dio la vuelta al mundo. El gol de Freddy Rincón no solo significó el empate ante una de las mejores selecciones de la historia, también le permitió a los colombianos en soñar en grande. Ese día las cosas cambiaron para la Tricolor, que se creció ante los grandes y logró lo impensado. Si Rincón le anotó al 90′ ante Alemania, cualquier cosa es posible. El tanto ante Alemania fue “el mejor gol de mi carrera”, afirmó Rincón.
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