Este lunes, Noticias RCN le realizó una entrevista al comandante del Ejército nacional, el general Eduardo Zapateiro, quien respondió a los cuestionamientos del operativo realizado por los militares en Puerto Leguízamo en Putumayo. Los hechos, que se presentaron el pasado 28 de marzo, tienen en la lupa al Gobierno nacional debido a que 11 civiles fueron presentados como presuntos integrantes de la disidencias de las Farc.
Dentro de las personas ejecutadas por la institución militar se destaca la muerte de Brayan Santiago Pama, un menor de edad de 16 años; Ana María Sarrias, una mujer en embarazo; Divier Hernández, presidente de la Junta de Acción Comunal; y Pablo Panduro Coquinche, gobernador Indígena del Cabildo Kicwa Bajo Remanso.
Frente a estas víctimas, Eduardo Zapateiro manifestó que: “no es la primera operación donde caen mujeres embarazadas, donde caen menores de edad que son combatientes, colombianos combatientes”. Según el comandante, la estructura criminal tiene este tipo de integrantes que, “están en el momento de las acciones que se hacen contra ellos”, pero que ante el Derecho Internacional Humanitario (DIH) no son un “blanco legítimo”.
En ese sentido, Zapateiro recalcó — como ya lo ha hecho el presidente Iván Duque en repetidas ocasiones — que los hechos se desarrollaron en el marco de lo establecido por el DIH. “Fue una operación planeada y acompañada por una inteligencia dominante dirigida contra una estructura criminal, el Gaor 48″, dijo el militar.
El general también se mantuvo en su posición de que las 11 personas pertenecían a las mencionadas disidencias. “La inteligencia demarca cada uno de los blancos y cada una de las personas que quedaron en la orilla del río, muertas en desarrollo de operaciones”, expuso Zapateiro. A su vez, mencionó que la Fiscalía General de la Nación está adelantando el estudio detallado de los hechos, “porque no seré yo, como comandante del Ejército, el que tenga que ir al detalle de cada investigación”, agregó.
El bazar en la vereda Alto Remanso
La comunidad de Puerto Leguízamo explicó que los hechos se presentaron en medio de un bazar que pretendía reunir fondos para construir una placa-huella y así conectar la vereda con las fincas aledañas. Sin embargo, el general mostró una posición distinta a lo comentado por las víctimas.
“¿Se llama esto bazar? Era un centro de acopio donde estaba negociando pasta base de cocaína”, aseveró Zapateiro en la entrevista. “No autorizo la operación si no está respaldada por una inteligencia dominante que nos permita, con estas tropas, discriminar con antelación”, aseguró el militar y comentó que la operación tuvo un periodo de 15 días de sostenimiento.
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El comandante explicó a su vez que cuando llegaron las tropas, el equipo de reconocimiento y vigilancia pudieron observar la supuesta “reunión cocalera”, como él la llama. “Allá estaban negociando coca porque en la madrugada se fue toda la parte de la coca que ya habían negociado y se quedan en el bazar tomando cerveza”, afirmó Zapateiro. También recalcó que la mujer embarazada y el menor de edad “estaban en el combate, estaban en la línea de muertos”.
El general señaló que la responsabilidad del operativo no recae en las fuerzas militares. “A quienes deben recriminar y a quienes les debe caer el peso de la ley, del Estado es a estos criminales de las estructuras que siguen reclutando menores de edad y que los siguen poniendo como carne de cañón”, agregó.
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