El exjefe paramilitar Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, envió una carta a las víctimas de Urabá agrupadas en el movimiento ‘Somos Génesis’ en la que les asegura que “se está escenificando un plan para llevarse la verdad” a Estados Unidos. El documento, que se extiende cinco páginas, fue revelado este 10 de abril por la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz y en este se evidencia la intención del criminal de impedir su extradición al país norteamericano.
“...se generó una alarma por parte de las élites de este país, porque los civiles, empresarios, militares y exmilitares de muchas guarniciones de nuestro territorio están comprometidos con los hechos de violencia y con la criminalidad asociada al narcotráfico y a otras rentas ilegales que se generan en el marco del conflicto y de la guerra”, sostuvo Otoniel en la misiva.
El criminal indicó que su extradición solo debe realizarse hasta que él termine de declarar en el país sobre los hechos relacionados con el conflicto y se someta a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP).
Otoniel asegura que está comprometido con la reparación de las víctimas desde hace un tiempo, pues desde el 2014 ha buscado llegar a acuerdos con los gobiernos de turno para desmovilizarse. En este sentido, aprovechó la carta para asumir su responsabilidad como victimario y agradecer a las víctimas por escucharlo.
De igual forma, señaló que no solo él y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidas como Clan del Golfo, que era la organización que comandaba, tienen responsabilidad en el conflicto. Dijo que es necesario que las élites políticas y económicas asuman lo que les corresponde en asuntos como el fomento del paramilitarismo y la “eliminación del otro” con miras a “perpetuarse en el poder”.
Según Otoniel, son esas élites los que buscan extraditarlo. Asegura que fue justo después de que comenzó a hablar del general (r) Leonardo Barrero, excomandante de las Fuerzas Militares, y sus nexos con el Bloque Centauros de las AUC (según el exjefe paramilitar).
Por esta serie de hitos, Otoniel también mencionó en la carta que solicitará al presidente Iván Duque que “no actúe con ánimo de venganza”, sino que lo haga con sentido patrio y como estadista. Pedirá que el mandatario se acoja a las peticiones de organizaciones de víctimas que aseguran que es importante que Otoniel responda ante la justicia colombiana antes que ante la estadounidense, que lo solicitan por terrorismo y narcotráfico.
Cabe menncionar que lo que actualmente se preguntan las víctimas de Otoniel en Colombia es qué va a pasar con los procesos que enfrenta en nuestro país, teniendo en cuenta que es donde tiene más delitos imputados por las autoridades y, varios de ellos, que atentan contra los derechos humanos. En la actualidad, de los 222 procesos que la Dijín y la Fiscalía encontraron en contra de alias Otoniel, 138 de ellos se encuentran activos (con sentencia o no) y 84 inactivos; por ahora solo tiene siete condenas.
Eso sí, las autoridades han resaltado que 20 de los procesos que tiene en Colombia, están relacionados con su futura extradición. De la misma forma, han dejado claro a las víctimas y a los colombianos que la extradición de Dairo Antonio Úsuga no implica que el hombre dejará de responder en Colombia por sus delitos, de hecho una de las condiciones del Estado colombiano para entregar al delincuente a Estados Unidos es que cuando este cumpla con su condena allá, lo regresen al país de origen para que los procesos en su contra no se detengan.
El Alto Tribunal recordó a los Estados Unidos en la sentencia que Dairo Antonio Úsuga tiene cuentas pendientes en Colombia, razón por la que esperan que las autoridades de ese país le informen al Gobierno nacional cuando se haga efectiva la extradición, para que Otoniel regrese al país. De la misma forma, insistieron en que el narcotraficante, mientras cumple su condena en EE. UU., pueda mantener comunicación directa con las autoridades nacionales para seguir contando su verdad sobre el conflicto y así seguir respetando el derecho de las víctimas.
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