Para las elecciones legislativas del pasado 13 de marzo, la Misión de Observación Electoral (MOE), de la mano de la Fundación Grupo de Acción y Apoyo a Personas Trans (GAAT) y Caribe Afirmativo (CA), adelantó el primer ejercicio de observación de la aplicación del ‘Protocolo para garantizar y proteger el derecho al voto de la ciudadanía trans (Resolución 3480 de 2020 del CNE)’. Esta observación, detalla el informe, “es una de las primeras en América Latina y contó con un despliegue de 40 ciudadanes transgénero”.
El documento en el que se presenta el balance de lo ocurrido en aquella jornada destaca que, aunque se evidenció un hecho histórico en el país, también sobresalieron algunas de las falencias que hicieron más complicado el acercamiento a las urnas. Este proceso de observación sobre el cumplimiento del Protocolo se llevó a cabo en departamentos de Antioquia, Caquetá, Atlántico, Nariño, Arauca, Magdalena, Norte de Santander, Cesar y el Distrito Capital de Bogotá.
Alejandra Barrios, directora de la MOE, destacó que “al tratarse de un ejercicio de auto observación, los resultados indicaron que les 40 observadores pudieron votar, lo cual creemos que es, en sí mismo, un logro, ya que para algunes de elles era la primera vez que ejercían su derecho al voto”. Aunque para la MOE es positivo que la Registraduría haya incluido en sus capacitaciones de inclusión a jurados y delegados para que entendieran el Protocolo de voto trans, se reconoce que este proceso debe ser reforzado para próximas ocasiones.
Esta necesidad surge luego de que encargados de la observación del proceso evidenciaran que algunos integrantes de las autoridades electorales no tenían conocimiento completo sobre el contenido del Protocolo y no tenían claro que contestar al ser cuestionados por la capacitación que previamente habían recibido. Una tercera parte de los jurados electorales, recalca la MOE, indicaron que no conocían del tema, y poco menos de la mitad de las personas delegadas de la Registraduría y testigos electorales aseguraron tener ese mismo vacío en sus conocimientos.
Más de la mitad de los funcionarios de las mesas de justicia, encargados de recibir las quejas y reclamaciones frente a la denegación del derecho al voto por parte de la ciudadanía, aseguraron que tampoco tenían idea del ‘Protocolo para garantizar y proteger el derecho al voto de la ciudadanía trans (Resolución 3480 de 2020 del CNE)’.
Respecto a la publicación de piezas informativas del Protocolo en los puestos de votación, se evidenció que en el 66 % hubo ausencia de ello. La MOE asegura que cerca de la mitad de personas observadoras trans, aún portando insignias de representación de la MOE y presentándose como observadores electorales, enfrentaron incumplimientos del Protocolo, lo que, por ende, dificultó su derecho al voto.
Entre los incumplimientos se encontraron: la falta de ubicación de las filas de ingreso de quienes querían ejercer su derecho al voto; requisas realizadas irregularmente por agentes de Policía que no son del género indicado por la persona trans, irrespetando su identidad de género y consentimiento; actos de negación de su identidad como usar pronombres incorrectos o llamarles por su ‘nombres muertos’; tratos y respuestas hostiles de distintas autoridades al momento de realizar su labor de observación y miradas intrusivas, trato agresivo o negación de su identidad por parte de jurados de votación.
También se vivieron situaciones como la denegación del derecho al voto por no coincidencia entre la identidad de género y lo expresado en la cédula, y la negación del derecho al voto por inconsistencias en el proceso de biometría.
“Este es solo un primer paso para fortalecer su participación política como población”, manifestó Alelí Chaparro Amaya, integrante del Observatorio de Género de la MOE, para quien, además. “Es fundamental que desde las autoridades electorales y de Fuerza Pública se capacite a sus funcionarios en el cumplimiento del Protocolo y se realicen procesos de sensibilización continua en el respeto de los derechos humanos de las personas trans”, añadió.
La invitación de Chaparro Amaya está dirigida a las personas con experiencia de vida trans a vincularse como observadoras para las elecciones Presidenciales. Esta convocatoria estará abierta hasta el 18 de abril de 2022.
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