En Colombia, el 68,18 % de los niños y niñas que nacen son de madres jóvenes y con niveles de educación bajos

Este factor esta asociado al riesgo de desnutrición crónica en la primera infancia, según un estudio de Fundación Éxito

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ILUSTRACIÓN, IMAGEN REFERENCIA. Foto: Mascha Brichta/dpa
ILUSTRACIÓN, IMAGEN REFERENCIA. Foto: Mascha Brichta/dpa

La maternidad adolescente se ha posado como uno de los grandes problemas en los jóvenes colombianos, pues esta comprobada la relación con poblaciones de bajos niveles de educación y con índices de pobreza . Un estudio de la Fundación Éxito titulado ‘Madre: lo esencial de lo esencial’ muestra al igual que las estadísticas del Departamento Nacional Administrativo de Estadística -DANE- la relación que existe entre el embarazo temprano y los niveles bajos de educación.

Según el informe, el 68,18 % de todos los niños y niñas que nacen cada año son de madres cuyo grado máximo de educación es bachillerato; los datos desagregados muestran que tan solo el 0,24 % tiene prescolar; el 11,66 %, primaria; el 21,5 %, básica secundaria, y el 34,76 %, media académica.

Por otro lado, el informe de el Éxito evidencia queo menos del 50 % de los menores que nacen en Colombia son de madres muy jóvenes, máximo 24 años, y el 18 % tiene como madre a una niña, es decir, entre 10 y 14 años. Además, el estudio señala que los niños de mayor riesgo son los hijos de mujeres entre los 10 y 19 años. Estas cifras demuestran graves afectaciones en la crianza de los menores pues se comprobó que existen seis veces más posibilidades de que un niño, hijo de una mujer con bajos niveles de educación o acceso nulo, sufra desnutrición crónica, según el estudio.

Todo comienza en la primera infancia y las madres más maduras, fortalecidas y educadas van a tener más recursos, a todo nivel, para guiar a sus niños en la primera infancia, lograr mejores niveles de lactancia materna y proveer mejores alimentos de alto valor nutricional que les permita crecer adecuadamente y de manera integral: en talla, peso, en desarrollo y en coeficiente intelectual”, dijo Diana Pineda, líder de Inversión Social de la Fundación Éxito en entrevista con el diario colombiano.

Valga recordar que la OMS advierte que los embarazos en menores tienen efectos tanto en la salud de la madre como del hijo, lo que convierte a Colombia en una zona con problemas de salud generalizados por este flagelo. Además, asegura que las muertes prenatales son más altas para los niños que nacen de madres que tienen menos de 20 años, al igual que una tasa mayor de partos prematuros, malformaciones en el feto o complicaciones cardiacas o respiratorias.

Frente a esta problemática, el Icbf indicó que los embarazos adolescentes desestimulan la productividad y el crecimiento económico de una sociedad: “El embarazo en adolescentes también ocasiona múltiples problemas sociales, tales como: conflictos familiares, deserción escolar, cambio de proyectos de vida, discriminación, matrimonio servil o a temprana edad, reducción de ingresos y pobreza”.

Unicef, por su parte, señaló que este aumento de embarazos adolescentes y de menores de edad en los últimos años pudo estar directamente relacionado con la pandemia que vivió el mundo entre finales de 2019 y 2021: “La propagación del COVID-19 y algunas de las medidas tomadas para frenar, como el aislamiento social, exacerban el riesgo de violencia contra niños. Lamentablemente la mayoría de los casos de violencia en los primeros años de vida se da por parte de un familiar directo o persona cercana al niño o niña”.

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