“No era popular procesar a Diomedes Díaz”, menciona el exfiscal general Alfonso Gómez Méndez en el documental ‘Diomedes: el ídolo, el misterio y la tragedia’ que, si bien hace un recuento general de la exitosa carrera del artista que nació en medio de su trabajo como domiciliario en Radio Guatapurí, se enfoca en la muerte de Doris Adriana Niño, fanática del nacido en La Junta y que fue hallada muerta en Tunja luego de departir con el cantante.
Según su hermano, Rodrigo, ella no acostumbraba a salir de noche. De hecho, aquel encuentro entre la joven y Diomedes estuvo marcada por varios elementos que, en su momento, fueron pistas clave para determinar lo ocurrido en la noche del 15 de mayo de 1992. Otra de las pistas era que el cantante la llamaba con insistencia a su casa, a tal punto de que en la residencia ubicada en Soacha (Cundinamarca) tuvieron que cambiar la línea telefónica.
“Tengo entendido que ellos se conocen en pleno concierto, Diomedes es el que la ve y se deslumbra por ella, tanto que le manda a pedir el número de teléfono con un escolta (...) Lo único que me llegó a decir mi hermana en determinada ocasión es que era una persona muy desagradable”, relata Rodrigo Niño en el metraje donde también hablaron familiares del ídolo vallenato.
Rafael Santos fue una de las voces que hicieron contrapeso a la versión que sostiene la complicidad de Diomedes en el crimen de la joven que fue encontrada en Tunja y, posteriormente, enterrada bajo el nombre de ‘Sandra’, una trabajadora sexual de la capital boyacense.
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“Todo el mundo estaba comprado en Tunja”, expresa Niño ante el hecho de las trabajadoras que se hicieron cargo del sepelio de Doris Adriana en esa ciudad.
En ese mismo documental el hijo del Cacique de La Junta advierte, de manera reacia, que su padre fue inocente y que fue un artista interesado en el bienestar en sus fans. Incluso soltó varias frases que, por demás, generan polémica.
“Diomedes les hacía canciones. Las amó tanto que hasta hijos les puso”, comenta Rafael Santos. Lo mismo hace Jaime Araujo, periodista y amigo de Diomedes.
“Él decía que a las mujeres había que cuidarlas muchísimo, que uno nacía de las mujeres, y él me ponía el ejemplo: ‘Ellas son las que lavan, las que hacen la comida, entonces, ¿cómo no las vamos a querer?”, comenta el comunicador en el filme.
El mismo Araújo Cuello, que tuvo su propio espacio en la canción ‘Mi primera cana’, fue quien le presentó a Luz Consuelo Martínez, aquella mujer que, en medio de las relaciones clandestinas del cantante, terminó siendo su primera esposa y la musa de éxitos como ‘Tres canciones’ y ‘Sin ti’, entre otras.
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—Fue una relación como miedosa —explica Acosta en el documental—: mujeres por todos lados, pero él llegaba a Bogotá y estaba conmigo. Además, aclara en el documental que Doris Adriana nunca fue amiga suya.
—La conocí en las fiestas, —cuenta Diomedes en una entrevista recogida por Netflix—, mi relación con ella no era oficial, ¿sí? Fue una oportunidad, como tantas. No es que me busquen, ¿no? Porque uno también es pícaro.
Finalmente, Diomedes Díaz pagó 3 años y 7 meses de cárcel y, de paso, entregó una millonaria indemnización a la familia de Doris Adriana Niño. Con todo y eso, tanto familia, amigos y managers a lo largo de su carrera, como Joaco Guillén, se mantienen en la postura de que él fue inocente.
Por otra parte, Rodrigo Niño expresa que después del crimen de Doris Adriana, comenzó el “declive” del artista: “Nunca se pudo quitar esa mancha de encima; una mancha que fue un homicidio que lo acabó artísticamente... Se acabó Diomedes Díaz”.
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