¿Qué les puedo contar sobre Ilona? Tal vez conozco lo más importante. La aventura inició hacia finales de 2018, cuando Noelia Fajardo trabajaba en la sala infantil de la librería Tornamesa, en Bogotá, y desde allí comenzó a pensar en la posibilidad de iniciar su propia editorial. También víctima del amor por los libros ilustrados y la literatura, Laura Daza, con quien Noelia había cursado la carrera de Estudios Literarios en la Universidad de Los Andes, decidió entrar a trabajar como librera en el mismo sitio, unos meses después de que Noelia lo hiciera, y tras un corto tiempo, las dos dieron un paso al costado y se arrojaron de cabeza a su sueño.
El nombre de la editorial llegó gracias a Álvaro Mutis, quien aún después de muerto sigue siendo mecenas de la cultura. Ilona llega con la lluvia es la novela que, en palabras de sus fundadoras, mejor condensa la esencia de la editorial. Ilona es una mujer que se caracteriza por ser un rayo de luz que ilumina toda vida que transita, señalan. Sin embargo, nunca detiene su camino, eso hace de ella una mujer eterna en recuerdo, pero efímera en contacto. Ilona libros es, entonces, una editorial que busca la permanencia, quedar en el recuerdo.
Según la descripción en su página web, buscan promover el talento nacional e internacional. Cada una de sus publicaciones es cuidadosamente curada, ya que todo el equipo está comprometido a brindar contenido literario de primera calidad. “Hacemos libros que promueven el amor a la lectura, incentivan el cuidado y el amor por la cultura de nuestro país y lo más importante: creamos mundos que a partir de la imaginación propia logren construir sueños para hacerlos realidad”.
Conozco a Noelia desde hace ya varios años. Mientras ella estudiaba literatura en la Universidad de Los Andes, yo lo hacía en la Universidad La Gran Colombia. Por aquellos días yo dirigía un prospecto de revista y la contacté para que formara parte del equipo. Fue ahí que empezamos a acercarnos. Cuando salí de la universidad y empecé a trabajar en librerías, ella viajó a España y a su regresó trajo un montón de sueños. Yo fui contratado para ser librero en Tornamesa, gracias a Camilo de Mendoza, y tras unos meses se me encargó formar un equipo nuevo de libreros, fue entonces cuando le dije a Noelia que se hiciera cargo de la sala infantil, sabiendo de su gusto y amor por los libros ilustrados. La librera que se hacía cargo hasta ese momento tenía que salir y dejaría un gran vacío en el equipo. Los libros de esa sala generaban, al menos, el 60% de las ganancias. Alejandra, que ahora forma parte de una editorial infantil maravillosa, fue la guía de Noelia en el mundo de la venta de los libros infantiles.
Noelia tardó algunas semanas en ponerse al corriente, pero con cada día que pasaba aprendía más y más. Fue, entonces, cuando me lo dijo. “Me gustaría tener una editorial”. Yo venía leyéndolo mucho a Álvaro Mutis, pues para esa época se cumplían tantos años de su fallecimiento y estaba escribiendo un artículo al respecto, además, junto a Santiago Mutis y Juan Camilo Rincón hablaríamos sobre su vida y obra en un evento que tuvo lugar en la librería del Fondo de Cultura Económica. Noelia estuvo ese día, y allí estuvo Ilona.
Terminando 2018 yo deje la librería para trabajar en la filial colombiana de una editorial española de renombre. Pasé de ser librero a cliente. Iba a hablar con Noelia y con los días me daba cuenta de que su idea de iniciar una editorial ya no era solo una idea. Ella lo haría. Entonces, en 2019, junto a Laura, comenzaron a trabajar en serio para conseguirlo. El primer libro que publicaron merece todos los elogios, desde el punto de vista de contenido y también desde lo estético. ¡Qué forma de iniciar! Margarita y las estrellas, de Edinson Ferro, con ilustraciones de Lulo Febril, fue el libro con el que se abrieron las puertas en la industria editorial de nuestro país.
Con eso, vendrían las preocupaciones propias de los editores. El capital para la impresión, el diseño, la diagramación, las regalías del autor, las participaciones en eventos del libro, la llegada a librerías, la distribución, en fin. Es todo un universo que, como todas las cosas, requiere de un músculo financiero específico. Más allá de todos los obstáculos, continuaron, y de qué manera. Cuadrúpedo llegó en 2020. Escrito e ilustrado por Emepé, cuenta la historia de un mamífero como cualquier otro, sin embargo, su historia transformará el imaginario que tiene el hombre sobre el animal. Una obra escrita e ilustrada para entender al ser vivo desde el sentir. Es un libro chiquito, prácticamente cabe en el bolsillo de un abrigo. Puede ser leído de distintas formas, pues su estructura así lo permite.
En ese mismo año apareció Un hogar diferente, de Santiago Briceño. Escrito e ilustrado por él mismo, este libro ubicó a la editorial en otro nivel, mucho más alto. Es la historia de la Niña Grillo, que deja su hogar en el páramo y desde entonces debe encontrar su lugar en una ciudad donde se siente minúscula. Por suerte, no estará sola. Es un libro que trata un tema importante y que poco se explora en la literatura infantil: el desplazamiento forzado.
En entrevista con El Espectador, el autor señaló que la idea del libro se fue construyendo con el tiempo. “Cuando estaba estudiando Antropología formé parte de varios grupos de estudio sobre el conflicto y consumimos muchos informes del Centro de Memoria Histórica sobre desplazamientos y despojos, sobre las atrocidades cometidas por los grupos paramilitares. Pero muchas veces de ese estudio no salía ninguna propuesta concreta, acaso un artículo que no tendría mucha difusión. Luego empecé a ilustrar con más seriedad, y salí con el personaje de la Niña Grillo, con influencias del cortometraje de la Abuela Grillo que produjeron en Bolivia y de personajes de tiras cómicas. La Niña Grillo se convirtió en un vehículo para tratar temas de este estilo. Podría decir que ella se convirtió en mi voz. Y así se me ocurrió que ella me sirviera para hablar de los temas sobre los que había aprendido. Creo que para evitar la revictimización tenía que hablar más sobre la solidaridad entre aquellos que atraviesan dificultades similares, en lugar de mostrar tan enfáticamente los procesos de violencia que los llevaron a atravesar esas dificultades”.
Con Un hogar diferente, ilona consiguió concretar lo que prometen en su slogan, hacer libros para lectores entre los 0 y los 99 años. Se trata de un texto de gran valor literario con un contenido que permite ser leído desde distintas perspectivas, por grandes y pequeños. Una obra que permite que nos reconozcamos, aunque no lo queramos, como colombianos. Qué dicha es ver la forma en la que estas dos mujeres editoras superan cada obstáculo y cada logro conseguido. Para este año, harán parte por primera vez de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, compartirán stand con Lazo Libros, otra tremenda editorial, y presentarán su más reciente publicación, que verá la luz justo para el inicio de la feria.
¿Qué no es impresionante en la forma como todo se ha dado para la editorial? Les he hablado desde lo que conozco yo, por supuesto, pero eso no niega que mis juicios son objetivos. El trabajo de ilona libros habla por sí solo. Para la muestra, un botón. Ojalá Noelia me de la exclusiva del próximo libro que publicarán. Ella, más que nadie, sabe lo mucho que me enorgullece decir que soy amigo de la editora de ilona libros.
No está de más invitarlos a leer su catálogo y a antojarse de los libros, en cualquiera de las librerías que visiten con más frecuencia.
SEGUIR LEYENDO: