La fecha 14 de la Liga Betplay que se llevó a cabo este fin de semana fue el escenario para la reapertura del Palacio del Colesterol en las cercanías de El Campín en Bogotá. El espacio es reconocido por su amplia variedad en oferta de fritos, donde resaltan la popular fritanga y otros íconos de la gastronomía colombiana.
Esta fue una de las iniciativas que volvió a ver la luz en medio de la recuperación económica, luego de una crisis devastadora por la pandemia que obligó a cerrar este famoso lugar de la capital colombiana.
Pero al parecer, la dicha de las familias que recuperaron su sustento no duraría por mucho, así lo informó Caracol Radio, medio que habló con Carlos Julio Parra, vocero de la Asociación Comidas Típicas Palacio del Colesterol, quien aseguró que aún no es oficial que se les vaya a otorgar el permiso de permanencia en el lugar:
“Gracias a Dios nos reactivamos este 3 de abril. No pudimos hacerlo antes porque esas instalaciones estaban destruidas después de dos años. Ahorita estamos endeudados porque la obra costó 12 millones de pesos. Supuestamente la señora Blanca Durán (directora del IDRD) nos dio un permiso hasta el 31 de diciembre, pero el permiso realmente va hasta el 31 de abril porque allí tenemos un compañero que ha vivido allí durante mucho tiempo y la señora dice que hasta que no se la entreguemos no nos firma el permiso hasta diciembre”.
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De esta manera, el vocero hizo un llamado a las autoridades para que el lugar sea declarado patrimonio gastronómico cultural de Bogotá y así mismo elevó una queja ante la presunta actitud de la directora del IDRD:
“No tenemos la certeza de que nos vayan a dejar porque, no sé por qué, pero la señora es homofóbica al fútbol y a la fritanga”.
Pues bien, según El Tiempo, el IDRD aseguró que el permiso “para el uso y aprovechamiento de estas instalaciones fue otorgado desde el 25 de enero de 2022″. Con ello, los comerciantes pueden disponer de 11 módulos de comidas, tres fogones, un baño y una bodega.
El diario también aseguró que, “el permiso de aprovechamiento y fuentes de la entidad se otorga por el tiempo que dure la respectiva liga y contempla que los comerciantes paguen 53.850 pesos por día de uso”.
Cabe decir que desde 1962 este lugar ha funcionado en uno de los costados del estadio El Campín y se ganó el reconocimiento de los hinchas futboleros de la capital.
La pandemia fue lo único que frenó su operación y llevó a los trabajadores a una grave crisis económica. El lugar ha pasado por amenazas de cierre definitivo, como el proyecto de remodelación de El Campín del que se dijo ocasionaría la desaparición del Palacio del Colesterol.
El estadio principal de Bogotá empezará un proyecto de remodelación con el que se pretende aumentar la capacidad del aforo actual del escenario, que es de 35 mil personas, a 50 mil aficionados.
Entre los planes, se tenía contemplado que sitios como El Campincito y el Palacio del Colesterol serían demolidos para en el lugar del segundo, construir un auditorio para la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Una vez se supo de los planes del distrito, al menos 23 concejales le extendieron una solicitud formal a la Alcaldía de Bogotá y al IDRD para que se den garantías a los trabajadores de ese lugar. Asimismo, inició una campaña social y política para que el icono gastronómico volviera a funcionar en el lugar de siempre.
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