La fachada es blanca. Como blanca el aura de la artista hoy en día, lo que parece ser una apariencia común entre los famosos. Resplandecen, o eso quieren hacer ver, por eso les dicen estrellas. La casa en la que vivió antes de convertirse en la mujer famosa que es, tiene en la entrada un arco y una puerta de rejas. Hay una inscripción en la parte superior: SAGITARIO 86 - 135. Más arriba, una placa con un número “202″ y justo tras esa pared, la puerta de acceso al que durante buen tiempo de su adolescencia fue el aposento de la cantante barranquillera.
El sitio está ubicado en un barrio de naturaleza cítrica. Se llama El Limoncito. El apartamento que ocupaba la familia Mebarak está en el segundo piso de esta casa de apartamentos. En ese tiempo, la fachada era de color café. Allí, la artista escribió el que más adelante se convertiría en su primer sencillo “Magia”. Tenía apenas 14 años y daba sus primeros pasos en la industria musical. La construcción destaca por su sencillez. Es una casa más de la calle Sagitario. En las escaleras que se ven desde afuera, la joven artista se sentaba con su guitarra y cantaba lo que se le ocurriera.
Shakira Isabel Mebarak Ripoll tiene hoy 45 años. Es hija de William Mebarak Chadid, un estadounidense de origen libanés que llegó a temprana edad a Colombia. Nidia del Carmen Ripoll Torrado es su madre, colombiana de ascendencia española. A los ocho años, la artista escribió su primera canción “Tus gafas oscuras”. Se la escribió a su padre. Él siempre llevaba unos anteojos de este color en señal de duelo por la muerte de uno de sus hijos, producto de su relación anterior. Fueron ocho niños los que tuvo.
Por esa época, William se declaró en bancarrota y la joven tuvo que emigrar a los Estados Unidos para vivir con otros miembros de la familia en Los Ángeles. Tras un tiempo, a su regreso a Barranquilla descubrió que varias de las posesiones de sus padres habían sido vendidas. La casa se veía vacía. “En mi cabeza infantil, ese fue el fin del mundo”, dijo alguna vez. Ese episodio la marcó de por vida y se propuso ayudar a otros cuando tuviera la oportunidad.
De pequeña le dijeron que no podía cantar, que su vibrato era demasiado fuerte. Un profesor de música, en su colegio, le dijo que sonaba como una cabra. Eso hizo que no se diera por vencida hasta conseguir cualquier cosa que quisiera. Ahora mírenla, famosa, rodeada de lujos, viviendo en Barcelona con su familia. ¿En dónde es más apreciada Shakira? En Colombia se le critica, se le exhibe, se le impone. ¿Es eso lo que se hace con las estrellas? Miramos al cielo y les increpamos por no estar más cerca de nosotros, por brillar tanto y dejarnos aquí abajo.
La casa en Barranquilla es hoy un espacio, como una sinagoga o un monasterio, para que sus fanáticos se sientan más cerca del origen de la artista. Visitan la ciudad con la intención de pisar esa calle y situarse al frente de la fachada blanca, fervorosos ante una figura de cabello rizado y caderas movedizas, prima de reinas de la belleza, descendiente de catalanes y libaneses; la mujer del vibrato demasiado alto, la colombiana que habla con acentos del mundo, la que deslumbró a García Márquez en un tiempo, y la que hoy tiene a uno de los referentes del fútbol español enamorado hasta la médula. Shakira, la estrella de Barranquilla.
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