De “mito chimbo” tildó Carlos Antonio Vélez el legado de José Néstor Pékerman con la selección Colombia

Me ha molestado la idolatría hacia un mito, una leyenda, que es el señor Pékerman. Uno mira y encuentra que no hubo ningún tipo de resultados, salvo ganar partidos. Fuimos a dos mundiales y realmente el único rival importante que enfrentamos fue Inglaterra. Hubo tantos espejismos, y yo creo que fue más lo que él se llevó que lo que nos dejó

Clasificamos a Rusia con unos números muy parecidos a los que tenemos ahora, y cuando ya el declive de nuestros jugadores venía. Me ha molestado que en 2014, cuando esos jugadores eran pobres y jóvenes, y tenían hambre de gloria, se comían la cancha. Ya después se volvieron ricos y famosos, ocho años más tarde vinieron a caminar

En la Eliminatoria rumbo a Rusia 2018, empatamos con Chile, empatamos con Uruguay, perdimos con Paraguay, y nos tuvimos que ir a arreglar con Perú para poder clasificar al Mundial. Fuimos y perdimos con Japón, nos ayudó un árbitro contra Senegal, jugamos bien contra Polonia, llevó lesionado a James Rodríguez, y nos eliminó Inglaterra ¿yo como puedo decir que eso es una maravilla?

Aquí se hicieron muchas cosas y la Federación fue en un momento cómplice porque lo permitió. Pero después se fue dando cuenta de que el estado de cosas no era bueno y futbolísticamente tampoco había nada

Gran parte de lo que nos ha pasado se debe a que le dieron un golpe de Estado a Carlos Queiroz, un técnico que venía de Europa, con otra mentalidad. El hombre llega y nos cae el virus y se tiene que ir para Portugal, cierran todas las fronteras durante siete meses, y él tiene contacto solamente a través de Zoom con los jugadores. ¡Solamente a través de Zoom! Eso debilitó la relación, y los jugadores aprovecharon porque algunos habían sido ya advertidos por el técnico de que estaban acabando su ciclo. Entonces, la verdad, hubo dos partidos muy sospechosos, ese 3-0 contra Uruguay y ese 6-1 contra Ecuador, que derivaron en la salida del director técnico y la llegada de Rueda, y a partir de ahí siempre fuimos a contramano.