Video | El emotivo reencuentro de Arelys Henao en su natal Sabanalarga y sus recuerdos de infancia

Actualmente, la serie ‘Arelys Henao: canto para no llorar’ es la más vista de las noches en Colombia; y es que la historia de la ‘reina de la música popular’ ha tocado los corazones de muchos colombianos, y como era de esperarse, la artista sorprendió a sus seguidores y a los televidentes de la producción con un recorrido casi que inesperado por su natal Sabanalarga.

El municipio, ubicado a cuatro horas de Medellín, está conformada por nueve mil habitantes, los cuales según ella se han encargado de mantener vivo el casco urbano; pero a pesar de eso sintió nostalgia, incluso de visitar el lugar que la vio crecer y dar sus primeros pinitos en la música popular que, en aquel entonces, tenía dominancia masculina.

“Para mí es duro venir aquí porque, si nos quedamos en silencio por un momento, escuchamos el sonido del pueblo, pero ya no escucho el sonido de mi padre ni el de mi hermano Martín. Solo tengo aquí primos, -también- una tía que se llama Maruja Henao; tengo a mi prima Teresa Correa, pero en realidad -se siente- como el ruido de la nostalgia”, expresó la cantante en diálogo con el programa La Red, haciendo un recorrido posterior por la plaza del pueblo y la iglesia donde realizó su primera comunión.

“A esta iglesia venía cada ocho días, a orar, y obviamente a pedirle a Dios que me ayudara a realizar mis sueños”, detalló Arelys; asimismo, recordó algunas anécdotas con su mamá, a quien se refirió como una persona trabajadora que le consiguió el vestido para aquella ceremonia vendiendo empanadas.

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Otra de las cosas que recordó fue cuando aterrizó por primera vez al municipio junto con su familia, indicando que tendría 10 años aproximadamente; además, reveló que llegaron allá “por el percance de lo que pasó con el tipo que me perseguía allá en la vereda y que gracias a mi madre y a mi papá me rescataron” y hasta mostró la esquina del parque donde ella vendía casetes del ‘Charrito Negro’, Darío Gómez y Luis Alberto Posada, entre otros íconos de la música ‘de despecho’.

Su infancia estuvo marcada por la interrupción de su sueño de ser cantante desde muchos sectores, empezando por su familia misma, pues desde muy niña su papá le manifestaba que ese oficio “no era para los pobres” y a partir de ahí empezó su camino artístico no solo en ese pueblo sino también en Liborina, donde se hizo, en la vida real, el concierto donde no la acompañaron sus músicos. Allí, aprovechó para rememorar la escena que fue recreada en ‘Canto para no llorar’.

“Tenía unos 13 añitos y di mucha lora porque me vine solita, me monté al bus y dije que venía a Libolina a participar en un concurso y me cobraron el pasaje, a lo que yo dije -al conductor- ‘No, respete, los artistas no pagamos’ (...) pasaron miles de cosas ese día, y bueno, al final me llamaron para hacerme un reconocimiento”, expresó la intérprete, añadiendo que sufrió un acto de acoso por cuenta de un sujeto borracho que se quería acercar a ella.

Finalmente, cabe mencionar que ella y su familia se fueron de Sabanalarga por cuenta del conflicto armado interno; para ese entonces tenía 18 años; sin embargo, quedan varios familiares allí y ella aprovecha cada que puede para visitarlos y rememorar sus primeros pasos.

A continuación, el recorrido de Arelys Henao por Sabanalarga y Liborina Antioquia:

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