El viernes primero de abril tuvo lugar en Santa Marta el foro ‘Acciones reales para problemas reales’, un espacio en el que fueron discutidos temas asociados a la prestación de los servicios públicos de la capital del Magdalena; especialmente el de acueducto, que ha sido un problema frecuente para la población desde hace varias décadas.
Entre los panelistas que hicieron sus intervenciones estuvo incluido Jorge Escobar Silebi, el procurador judicial del departamento de Magdalena. El funcionario llevó una intervención extensa en la que hizo un recuento de las denuncias hechas por la entidad sobre este asunto en particular.
En primer lugar, citó que un estudio de la Universidad de los Andes señalaba que Santa Marta demanda 2300 litros de agua en épocas de lluvia y 2400 en temporada seca. No obstante, con la infraestructura actual, el déficit en tiempo de lluvias es de 730 litros y en sequía llega a los 1300.
Algunas de las reclamaciones incluyeron sobrecostos de hasta el doble, pagados con recursos del departamento, por ciertas obras. Escobar también señaló que, aunque algunos estudios señalaban que uno de los pozos debía dejar de utilizarse para garantizar su restablecimiento en épocas de lluvias, se está haciendo caso omiso a esta solicitud desde hace varios años, entre otros motivos, por demoras en otras obras para suplir la demanda en ese tiempo de recarga.
No obstante, la más grave de las denuncias de Escobar es el resultado bacteriológico de las aguas. Según él, se hallaron células de la bacteria Escherichia coli. Este microorganismo está presente en la flora gastrointestinal de varios mamíferos, incluidos los seres humanos, y la ingesta de algunas variedades de E. coli pueden causar infecciones con diarrea y vómito.
En pocas palabras, en el agua del acueducto hay presencia de bacterias comunes en la materia fecal que hacen del agua insegura para el consumo humano.
Escobar insiste en que la presencia de dicha bacteria no puede darse de forma natural en el agua extraída de los pozos subterráneos. Él señala que hay una recarga de los pozos acuíferos con aguas residuales que están causando estas filtraciones y contaminan el agua.
Además de la presencia de la bacteria fecal, las aguas tampoco superan los indicadores de alcalinidad y dureza: está llena de minerales y su pH no es balanceado.
Por su parte, el viceministro de Agua y Saneamiento Básico, José Luis Acero, indicó que “el problema del déficit actual de Santa Marta no es simplemente el bajo caudal de los ríos alrededor de la ciudad, sino que el déficit es derivado de lo que históricamente ha sido una mala prestación del servicio público”.
Indicó que “para eso plantearon trazos que llevaran a cabo acciones de largo y mediano plazo como trabajar sobre las pérdidas, sobre las rutas, sobre el robo de agua, sobre una mejor distribución y sectorización, sobre la presión de las redes y optimización de las plantas”.
El viceministro dijo que dicho trabajo lo ha venido adelantando la Superintendente de Servicios Públicos, pero recalcó que era responsabilidad de la Alcaldía y de la empresa prestadora de servicios públicos.
SEGUIR LEYENDO: