En las últimas horas la Alcaldía de Caldas, Antioquia, declaró la calamidad pública después de los derrumbes provocados en el municipio por las fuertes lluvias de los últimos días, que han dejado una persona herida y damnificadas a 300 más pertenecientes a 50 familias.
A esta decisión llegó la administración municipal luego de que un comité municipal extraordinario de Gestión del Riesgo evaluara las afectaciones en las veredas Maní del Cardal, Primavera, La Quiebra y Salinas, donde han ocurrido los derrumbes.
Allí mismo también se han identificado otros 16 puntos críticos donde podrían presentarse más deslizamientos de tierra, inestabilidad del terreno y desbordamientos de ríos.
De las 300 personas que se han visto afectadas, 25 familias están en un albergue municipal, según informó el alcalde de Caldas, Mauricio Cano Carmona.
“Allí tenemos afectaciones en los sectores de Salinas, La Quiebra, La Tolva y el sector El cardal. Tenemos en promedio 38 viviendas afectadas en total en esta zona y tenemos riesgo de algunos taludes que se han afectado también”.
Por otro lado, un sector de la vereda Maní del Cardal se encuentra bloqueado en su vía principal por un deslizamiento de 300 metros cúbicos, con afectación para al menos 13 familias.
“Han sido días complejos. Por fortuna hemos reaccionado de manera inmediata con toda nuestra fuerza institucional para evitar que la situación golpee a nuestra comunidad. Agradecemos a quienes se han solidarizado con ayudas para los damnificados”, aseguró el Alcalde.
“Hacemos un llamado a todos los habitantes del municipio para que alerten ante la más mínima situación de riesgo”, invitó el mandatario local, tras precisar que las afectaciones y riesgos eventuales se evaluarán mediante estudios con ingenieros, monitoreo de drones y personal en tierra, además de visitas a campo.
La declaratoria de calamidad pública regirá a partir del sábado 2 de abril y estará vigente, por lo pronto, durante dos meses. La idea es realizar traslados presupuestales y agilizar procesos de contratación para atender la emergencia mediante la figura de urgencia manifiesta.
La temporada de lluvias no da tregua en Antioquia
El viernes 1 de abril, en el corregimiento de San José de Apartadó, que hace parte del municipio de Apartadó, en el Urabá antioqueño, se confirmó que al menos doce de sus 32 veredas están incomunicadas por afectaciones en las vías.
Según Ruber García, líder social del municipio, la creciente de una quebrada arrastró la banca de una vía terciaria que comunicaba las veredas de El Salto, Arenas Bajas, El Gas y Los Mandarinos. Un camino de herradura también se vino abajo y dejó incomunicadas ocho veredas más.
Además, esta emergencia también les ha representado damnificados: según lo que García reportó a la emisora Caracol Radio, al menos 25 familias de ese corregimiento han tenido que abandonar sus viviendas: en el caso de siete familias, su casa se vino abajo, mientras las del resto sufrieron daños estructurales que las hacen inestables e inseguras.
A través de un video difundido por las redes sociales, García pide ayuda para las personas que se quedaron sin techo y para las que persisten en zonas de alto riesgo de deslizamiento. Asegura que no han recibido ayuda o atención de la administración municipal, de modo que estas personas están viviendo de la caridad pública.
“Necesitamos una atención inmediata, no solo para hacer temas de prevención, sino también para la reubicación de las familias que se encuentran en zonas de riesgo de nuestra comunidad”.
García también asegura en el video que había un muro de contención en San José de Apartadó, pero este colapsó en esta temporada de lluvias. Entonces, piden que se construya otro muro a orillas del río para que el agua no se lleve más casas de la población.
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