La violencia no cesa en el país, a pesar de los llamados de distintas organizaciones que instan a establecer diálogos y ejecutar una pronta intervención por parte de la fuerza pública. La última semana cerró con dos masacres en todo el país, situación que ha agravado la preocupación de diversos sectores ante la perpetuación de estos crímenes. En este caso, los hechos se propinaron en contra de dos poblaciones en específico, pues las víctimas pertenecían a comunidades indígenas y religiosas.
El primer hecho se registró el pasado 31 de marzo en la ciudad de Cartagena, cuando hombres armados asesinaron a tres personas en el barrio Nuevo Paraíso, las víctimas eran dos pastores y un hombre señalado haber pertenecido al grupo delincuencial ‘Los Robledos’. Los fallecidos fueron identificados como Harris Zúñiga Puello, Ruth Mina Ordóñez Miranda y Ernesto Archbold Torres, también conocido como alias ‘Gordy Gordy’.
Tanto Zúñiga como Ordóñez se desempeñaban como pastores de una iglesia cristiana, aparentemente, ‘Gordy Gordi’ vivía frente al lugar de peregrinación y al estar cumpliendo años, visitó a sus vecinos quienes querían felicitarlo y predicarle la palabra, minutos después hombres armados en una motocicleta, arribaron al lugar y dispararon a quemarropa provocándole la muerte a las tres personas.
Las autoridades emprendieron una persecución en contra de los criminales quienes fueron capturados minutos después, aunque los aprehendidos no aceptaron los cargos, un juez de control de garantías los envío a la cárcel de Ternera en la heroica. Alias ‘Gordy Gordy’ había recuperado su libertad hace un mes, pues estaba señalado de varios delitos, entre ellos: concierto para delinquir, extorsión, porte ilegal de armas y narcotráfico, según las autoridades, los autores intelectuales del crimen pertenecerían al Clan del Golfo.
El otro hecho violento se registró en el municipio de Uribía, en el departamento de La Guajira. En el barrio San José de esta jurisdicción, tres hombres fueron asesinados por sujetos armados que arribaron a una vivienda y los ultimaron a tiros. Las tres víctimas fatales fueron identificadas como Alvin Jonathan Gutiérrez, Juan González y Luis Carlos Barros, quienes pertenecerían a la comunidad Wayúu.
Aunque por el momento no se conocen los móviles del hecho, el diario El Heraldo pudo constatar que presuntamente los occisos tendrían anotaciones judiciales. Este lamentable hecho, dejó una cuarta persona herida que fue trasladada al hospital Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en el municipio de Uribía.
Con estos dos crímenes, Colombia ya suma 30 masacres en lo que va corrido del año 2022, a pesar que desde Indepaz se alerta constantemente sobre la presencia de grupos armados en ciertas zonas del país, estos hechos violentos se han convertido en una constante que influye en algunas regiones en específico.
Según el informe comparativo del primer trimestre entre 2021 - 2022 expuesto por Indepaz, entre enero y marzo del año 2021, fueron asesinados 42 líderes sociales, mientras que, en el año 2022, han muerto 48. En la ciudad de Cartagena la Defensoría del Pueblo desde el 2020, ha emitido alertas tempranas en torno a la presencia de grupos armados ilegales y las secuelas del paramilitarismo en la zona, a su vez ha destacado que, en el municipio de Uribía, algunos habitantes se están vinculado con el ejercicio del narcotráfico por la injerencia de estas actividades, tanto en zona marítima como en el sector de frontera con Venezuela.
En las dos zonas en donde se perpetuaron estas masacres, hay presencia de organizaciones locales sujetas al microtráfico y a su vez, se ha registrado la movilización de grupos paramilitares que buscan tomar el control de rutas para sus operaciones delictivas, deslegitimando los derechos de la comunidad y revictimizando constantemente de la misma.
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