Todo parece indicar que el asesinato de la abogada Yenni Karolain Nohava, el pasado 11 de marzo en el municipio de Circasia (Quindío), se trató de un feminicidio en el que principal sospechoso sería su excompañero sentimental, quien fue capturado el pasado miércoles 30 de marzo en la misma población.
Según informaron en el medio regional El Quindiano, la diligencia de registro y allanamiento la llevó a cabo la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de ese departamento en coordinación con la Fiscalía General de la Nación.
Incluso el propio gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, informó a través de su cuenta oficial de Twitter que ese proceso requirió de un importante trabajo de investigación por parte de los uniformados.
“La captura de Cristian Alejandro Ospina, como presunto responsable del asesinato de Yenny Karolain, es producto de un fuerte trabajo de investigación y articulación con las autoridades. Seguimos atentos y seremos garantes de la justicia para el esclarecimiento del crimen. Ni una menos”, trinó.
Entre tanto, en otro medio de comunicación de ese departamento, Quindío Noticias, indicaron que el jueves en la tarde le habían legalizado la captura a Ospina.
Nohavaue fue vista con vida por última vez cuando sacó a pasear a su perros, como acostumbraba, pero que horas después fue hallada si vida, luego de que se dieran cuenta que las mascotas había regresado a la vivienda en la que residía sin la compañía de la víctima, en el barrio La Plancha.
Sin embargo, sus allegados al ver que había pasado mucho tiempo sin que la mujer hubiera regresado y que los caninos había regresado solos, iniciaron su búsqueda y alertaron a las autoridades, para posteriormente hallarla muerta en zona boscosa de ese municipio.
Al punto acudieron las autoridades que llevaron a cabo el respectivo levantamiento e iniciaron la investigación para determinar las circunstancias de su deceso.
El crimen provocó la indignación de la población, que durante el funeral de la joven se manifestaron con camisetas y bombas blancas rindieron un homenaje en forma de manifestación.
Tras los análisis forenses, se encontró que tenía signos de violencia y heridas propinadas por arma blanca, por lo que inicialmente también se manejó la hipótesis de que el asesinato de la joven hubiese sido por un robo, sin embargo, tras el pasar de los días se descartó esa posibilidad, ya que los móviles fueron diferentes para despojarla de sus pertenencias.
La joven estudió en la Universidad la Gran Colombia de Armenia y estaba en séptimo semestre de la carrera cuando le quitaron la vida. Precisamente esto provocó la noticia provocó que se suspendiera las clases ese día.
El crimen se conoció precisamente cuando la Corporación Sisma Mujer revelara un informe en el que se encontró que los feminicidios en Colombia se incrementaron.
El incremento fue del 12,3 por ciento con respecto al año anterior, ya que 210 mujeres fueron asesinadas en casos de violencia machista, la mayoría de ellas, menores de 30 años, según indicaron en esa organización, que explicó que era la cifra más alta en lo últimos años.
De acuerdo con una estimación, una mujer fue víctima de feminicidio cada 41,7 horas, según se extrae del balance anual de la ONG de violencias contra las mujeres, donde se hace eco de datos oficiales de la Dirección de Investigación Criminal (Dijín) de la Policía Nacional.
Más de la mitad de estos feminicidios fueron mujeres menores de 30 años y 17 víctimas eran menores de edad, señala Sisma Mujeres, que revela que entre el 1 de enero y el 3 de marzo de este año ya han sido asesinadas 35 mujeres, es decir, una cada 42 horas.
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