Lo que se sabe de Sergei Vagin, el ciudadano ruso detenido por las autoridades colombianas por financiar actos violentos durante el Paro Nacional

En los últimos días se ha hablado de Sergeí Vagin, un ruso al que las autoridades colombianas acusan de financiar los ataques contra la fuerza pública durante el Paro Nacional. También es conocido como alias de ‘Servac’, que confesó haber grabado lo sucedido en las calles por aquellos días.

Al parecer Vagin transmitió en vivo, a través de las redes sociales, lo que ocurría durante las protestas ciudadanas, que tuvieron lugar durante las protestas sociales. Es que el sujeto fue presentado este 30 de marzo ante un juez de garantías por ser señalado de ser parte de una red criminal que movía altas sumas de dinero desde Rusia y que, al mismo tiempo, habrían hecho parte de las manifestaciones del Paro Nacional.

El hombre fue capturado junto a 6 personas más, entre las que estaría otro ciudadano de nacionalidad rusa y presuntos varios presuntos miembros de la Primera Línea. Vagin ha asegurado que el material fílmico que grabó dentro de las manifestaciones no tenía ningún fin periodístico y el realizar esta actividad, no comprendía ningún tipo de delito.

Fue acusado, supuestamente, de invertir el dinero que le llegaba en acciones violentas en contra de la fuerza pública colombiana, se le señala, presuntamente, de transferencia no consentida de activos, concierto para delinquir, utilización ilícita de redes de telecomunicaciones y acceso abusivo a un sistema informático.

Es de destacar que Vargin tenía un permiso expedido por la Embajada de Rusia que le permitía moverse libremente por Colombia y se evidenció que no tenía antecedentes con la justicia ciudadano extranjero.

Según las autoridades habría movilizado importantes sumas de dinero desde Rusia con el fin de financiar acciones violentas en las principales ciudades del país, ya que se cree que el dinero terminaba en manos de integrantes de la Primera línea. Al respecto, el ruso afirmó que “me dedico a apuestas deportivas, transmití en directo porque era la mejor forma de hacerlo, como lo puede hacer cualquier persona y eso no es un delito”.

Además, el hombre llegó a mover cifras entre los cinco y 15 millones de pesos. Para la CIA y la DEA la historia es diferente, según esas autoridades el ruso estaría frente a una operación de lavado de activos y evasión fiscal superior a los 146 millones de dólares.

Con todo lo sucedido la Embajada de Rusia en Colombia aseguró que desde suposición no han intentado interferir en los asuntos del país. “Ni ha intentado, ni tiene intención de injerir en la vida interna de Colombia”, se lee en el comunicado. Según la entidad, cualquier comentario que señale lo contrario es consecuencia de “insinuaciones y calumnias”, afirmaron en un comunicado.

“La Embajada de la Federación de Rusia expresa su categórico rechazo de tales insinuaciones y calumnias, reiterando que Rusia ni ha intentado, ni tiene intención de injerirse en la vida interna de Colombia. Se han quedado en el aire las advertencias de algunas diplomáticas extranjeras visitantes sobre una “casi inminente” injerencia rusa en los procesos electorales colombianos de marzo. Y así seguirán las cosas, no tengan dudas”, añadieron.

Y recalcaron que “de hecho la posición de Rusia es todo lo contrario: respetamos plenamente el derecho del pueblo colombiano de elegir su propio futuro, deseamos que en este amistoso país reine la paz y que la nación colombiana se desarrolle de manera exitosa y sostenible”.

A su vez calificaron como un típico ejemplo de fake news, lo publicado en varios medios de comunicación acerca de la injerencia rusa en hechos que tienen que ver con la política colombiana, cuando tratan de argumentar la conclusión necesaria y ya predeterminada con cosas descabaladas e incoherentes. “Ese tipo de fabricaciones y “fugas a la prensa” evidencian el deseo de algunos medios de hacer coro con el actual mainstream informativo occidental caracterizado por un altísimo grado de rusofobia y una furia ciega hacia todo lo vinculante con Rusia”, argumentaron.

Cabe recordar que, en 2020 la Cancillería colombiana había solicitado al embajador de Rusia en Colombia, Serguey Koshkin, la salida de los dos funcionarios, que tuvieron que abandonar el territorio colombiano con sus familias en menos de 24 horas, en ese entonces, al parecer por espionaje estaba relacionado con intereses del gobierno venezolano.

Uno de los expulsados fue Aleksandr Nikolayevich Belousov, acreditado en Colombia el 1 de noviembre de 2017, quien hacía parte del Servicio de Inteligencia Militar de Rusia (GRU), y el otro fue identificado como Aleksandr Paristov, integrante del Servicio de Inteligencia Extranjera (SVR) de ese país, quien ingresó a Colombia el 17 de enero de 2019.

De acuerdo con las autoridades nacionales, los supuestos diplomáticos buscaban obtener información de inteligencia militar, tecnología y sobre infraestructura, especialmente en lo relacionado con el sector energético del país, para lo cual , según organismos de inteligencia colombianos, pagaban altas sumas de dinero a ciudadanos nacionales

En ese entonces, se conoció que los supuestos espías se hacían pasar por diplomáticos, pero sus constantes desplazamientos, por lugares poco comunes, por barrios populares de Bogotá y en diferentes vehículos y con cambios de ropa, llamaron la atención de las autoridades, por lo cual la inteligencia colombiana decidió infiltrarlos para obtener los indicios suficientes para pedir la salida del país, para lo cual se realizaron centenares de horas de grabación de todos los movimientos de los supuestos espías en territorio colombiano.

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