En las últimas horas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó un informe sobre el panorama económico en Colombia para febrero de 2022 y, aunque hay puntos positivos de recuperación económica tras la crisis provocada por la pandemia del covid-19, las familias colombianas llevan la peor parte, pues hasta los tataranietos de aquellos colombianos que hoy son pobres serán afectados por la escases de recursos.
Dentro de las conclusiones más importantes del informe destaca que Colombia es uno de los países más desiguales y con menor productividad laboral en América Latina. A pesar de esto la organización reconoció que el país ha logrado recuperarse positivamente tras la pandemia gracias al esfuerzo en nuevas políticas y programas sociales.
“La economía colombiana se ha recuperado de manera notable de la crisis del COVID-19, y una fuerte respuesta de las políticas monetarias y fiscales ha logrado evitar una mayor contracción de los ingresos”, se destaca en el resumen del informe presentado el miércoles 30 de marzo en la Universidad Nacional. Pero destacaron que “a más largo plazo, tanto el crecimiento como la inclusión social se ven atrapados por debilidades en materia de políticas estructurales, que impiden que más de la mitad de la población activa acceda a empleos formales y a la protección social”.
Jens Arnold, economista principal de la OCDE en Colombia, presentó este informe y destacó que a nivel fiscal la OCDE ve un panorama positivo de recuperación, pues su proyección de crecimiento del PIB para 2022 se sitúa en 5,5 %. Sin embargo, lo más negativo del informe es que Colombia tiene uno de los niveles de pobreza, desigualdad de ingresos e informalidad del mercado laboral más elevados de América Latina, lo que también afecta a las futuras generaciones.
El economista explicó que “en el promedio de la OCDE, el camino para una persona que nace en el 10% inferior de la distribución de ingresos, hasta llegar al ingreso medio de la sociedad, es de unas 4 y pico de generaciones. En Colombia, son más que 11 generaciones”. Este se debe a un panorama desigual al que se suman cifras como que solo el 5% de los colombianos paga el impuesto de renta y que los beneficios del IVA realmente favorecen a los que tienen más recursos.
Para la OCDE el problema de que los colombianos hereden la pobreza por más de 10 generaciones es también un reflejo de la falta de oportunidades educativas. “Tras haber registrado uno de los cierres de escuelas más prolongados de la región y de la OCDE, es probable que se amplíen aún más las graves desigualdades educativas que existían antes de la pandemia ... solo el 50 % de los niños de entre 3 y 5 años tienen acceso a la educación preescolar”, detalló la organización en su informe.
Lo impactante del caso es que esta estadística se viene dando en Colombia desde 2018, es decir, desde hace 4 año se viene señalando que en Colombia la pobreza se hereda hasta por 11 generaciones. En ese momento, la cantidad de generaciones necesaria para superar la pobreza en América Latina se ordenaba así, Colombia (11), Brasil (9), Argentina y Chile (6); sorprendentemente, en todos los casos se sigue manteniendo la situación vista en ese año.
El informe de la OCDE también destacó que el 60% de los trabajadores en el país están en una situación de informalidad laboral, la cual los excluye del acceso a la seguridad social y reduce la productividad y los ingresos tributarios y que la mitad de la población mayor de 65 años no recibe ningún tipo de pensión. Además, alertaron que la deserción escolar aumentó especialmente en menores que pertenecen a entornos socioeconómicos desfavorecidos.
Y aunque señalaron que en la mayoría de los hogares más pobres del país se perdieron aproximadamente el 30% de los ingresos en medio de la pandemia, la OCDE también señaló de manera positiva que el desempleo ha disminuido y se sitúa en unos 1,5 puntos porcentuales por encima del nivel de finales de 2019.
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