Según últimos reportes, un fiscal inscrito a la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio habría impuesto medidas cautelares sobre un bien ubicado en Bogotá, adquirido presuntamente con dineros ilícitos, producto de pagos a sicarios y otras actividades ilegales. El inmueble incautado sería propiedad de ‘La Banda de la Negra’ o ‘Molina’, banda delincuencial a la que se le atribuyen diversos cargos de asesinato, torturas, desapariciones y secuestros oscurridos en la ciudad de Cali entre los años de 1999 y 2006.
Esta banda es, presuntamente, la responsable de crímenes como el asesinato del detective del DAS, Jhonny Cárdenas o el de Wandeley Castillo, miembro de la Policía Nacional. Además, estaría relacionada con el homicidio del futbolista Albeiro ‘El Palomo’ Usuriaga, ocurrido en 2004. Quince años después de su muerte, siguen apareciendo indicios. La ocupación de este inmueble hace parte de una investigación que se está realizando con el ánimo de impactar el patrimonio de la banda en cuestión, ya desarticulada. Quedará a disposición de la Sociedad de Activos Especiales.
El “Palomo” jugaba de delantero. Era uno de los futbolistas más versátiles del país. Es ídolo de Atlético Nacional. Fue uno de los jugadores que anotaron en la mítica final de la Copa Libertadores ante Olimpia de Paraguay. Pasó por varios equipos, entre ellos, Independiente de Avellaneda, en Argentina, donde fue campeón del Torneo Clausura de 1994 y la Supercopa de ese mismo año. Se ha quedado en la historia del club como uno de los mejores delanteros extranjeros que han vestido su camiseta.
Fue parte de la generación dorada de los años 90, compartiendo camerino en la Selección Colombia con futbolistas como Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, Freddy Rincón, Faustino Asprilla, Adolfo ‘El Tren’ Valencia, Leonel Álvarez y René Higuita, entre otros. Tenía excelentes condiciones futbolísticas, era rápido y ágil, además de carismático, lo que siempre lo mantuvo entre el cariño de las hinchadas de los equipos en los que jugó.
Fue una persona bastante solidaria, preocupada por el bienestar del barrio en el que creció. Solía regalar ropa a sus vecinos y pagar los estudios de varios jóvenes, con el ánimo de que pudieran aspirar a algo distinto. También tuvo sus excesos, razón por la cual su carrera se vio interrumpida en varias ocasiones. Estuvo envuelto en escándalos de drogas y alcohol. Le gustaba irse de fiesta constantemente. Terminó metiéndose donde no debía y esto, al final, le costó la vida.
Lo asesinaron el 11 de febrero de 2004 en el barrio 12 de octubre, en Cali. Hacia las 19:20 horas se encontraba en la esquina de la Calle 52 con carrera 28F, en un establecimiento dispuesto para la bebida y los juegos de azar en donde solía reunirse con amigos suyos, cuando un hombre se bajó de una motocicleta y le disparó 13 veces. Murió de inmediato. Tenía 37 años.
Las autoridades señalaron en sus primeros informes que su asesinato se había dado porque aparentemente Usuriaga había presenciado un homicidio en su barrio y debían ultimarlo para que no hablara, pero tres años después la Fiscalía General de la Nación concluiría que se había tratado de un ajuste cuentas. Un crimen pasional, aparentemente, pues el futbolista habría estado sosteniendo un romance con la exnovia de quien más tarde fue reconocido como el autor intelectual del homicidio, identificado como Jefferson Valdéz Marín
El velorio de ‘El Palomo’ fue una completa fiesta. La Catedral se llenó de música y luego fue trasladado al cementerio metropolitano de Cali. Fue despedido como ídolo.
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