La historia de por qué Bogotá fue el origen del Día internacional de las Trabajadoras del Hogar

Bogotá abrió la puerta a la discusión sobre las condiciones bajo las cuales han tenido que trabajar las mujeres en domicilios. Si bien las leyes poco a poco han venido reconociendo cada vez más los derechos de estas personas, aún falta para que se le dé el valor real a esta labor.

Justamente un día como hoy, pero en 1988 se llevó a cabo el primer gran Congreso de Trabajadoras del Hogar en la capital colombiana. Esto logró que en dicha reunión se discutiera varios aspectos importantes frente a lo que representa el oficio mayormente llevado a cabo por mujeres y desde entonces pasa celebrarse este día desde 1989.

Ante esto las Organización de Naciones Unidas tuvo injerencia en lo que respecta a la definición de los derechos y reconocimiento del trabajo del hogar logrando que la Organización Internacional del Trabajo emitiera el primer documento en 2011 que básicamente dignificaría este trabajo a través del Convenio para asegurar el Trabajo Decente para los Trabajadores/as Domésticos.

Desde entonces se reconoce también a Bogotá por haber dado el primer paso hace 34 años entorno a este tema, que aún al día de hoy tiene algunos peros en cuanto a la regulación del trabajo.

Pues es una labor en su mayoría es realizada por mujeres migrantes y de bajos recursos económicos a las cuales, en muchos casos no se les cumple con lo más básico exigido por el Ministerio del Trabajo de Colombia. Entre los derechos que se contemplan, según la página del propio MinTrabajo se encuentran:

- Jornada de trabajo ciales: integral de seguridad social

-Prestaciones sociales: auxilio de cesantías, intereses de cesantías, vacaciones, auxilio de transporte, calzado y vestido de labor.

-Una remuneración no menor al salario mínimo legal vigente que puede ser proporcional al tiempo laborado. Además de las horas extras cuando se causen.

-Jornada de trabajo no superior a 8 horas, si es un trabajo interno ésta no supera las 10 horas.

Sin embargo, el Ministerio también precisa los deberes de los y las empleadas resaltando que deben conocer sus derechos para asimismo hacerlos valer.

Además de todo lo anterior, se debe recordar que las labores del hogar no solo comprenden los oficios cotidianos en el lugar, sino que también se cuentan dentro del ejercicio de este trabajo el cuidado de niños, adultos mayores, enfermería, choferes y personas encargadas de velar por la seguridad, cuidado y mantenimiento de fincas vacacionales.

En Colombia, en 2014 las y los trabajadores del hogar que sea integrados a la Seguridad Social, mientras que dos años más tarde, en 2016, se les une al resto de trabajadores colombianos al poder tener la prima de servicios anual.

Según cifras de la Escuela Nacional Sindical en 2019 el 96% de la fuerza laboral doméstica eran mujeres y solo poco más del 30% de ellas lograron culminar sus estudios.

Pero además de eso, en el mismo año se contabilizó que el 61% recibían menos de un salario mínimo al mes. Otras cifras dicientes de la precarización laboral de este ejercicio podría ser que solo el 18% de esos trabajadores contaba con afiliación a un fondo de pensión.

Teniendo en cuenta que las cifras, las dinámicas y las condiciones durante la pandemia cambiaron, para este 2022 las problemáticas irían más allá de la falta de reconocimiento de derechos, sino de falta de empleabilidad para este sector.

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