Horas después de que se conociera que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) le concedió a Ecopetrol la licencia para iniciar el proyecto piloto de fracking Kalé, en Puerto Wilches (Santander) las autoridades locales denunciaron que a ellos no se les socializó el estudio de impacto ambiental. Además, señalan que la iniciativa fue avalada a pesar de que no es recomendada.
“La protección de todos los ecosistemas estratégicos del departamento es un compromiso de la Gobernación de Santander, por eso no celebramos la aprobación que otorgó la ANLA para desarrollar un piloto de fracking en Puerto Wilches. El estudio de impacto ambiental entregado a la ANLA no fue socializado con nosotros, y se faculta esta práctica extractiva pese a que la Procuraduría recomienda no avalar por falta de evidencia científica que indique que no afecte el medio ambiente, el agua y la salud pública”, escribió Miguel Sarmiento, secretario de Ambiente de Santander, en su cuenta de Twitter.
El proyecto piloto de investigación (PPI) Kalé tiene como objetivo reunir la información técnica, ambiental y social, cuyos resultados podrían ser el escenario que permita la implementación del fracking como práctica de exploración petrolera en el país. Este proyecto aprobado en Puerto Wilches contempla perforar un pozo de 200 pies (60,96 metros) que contará con una trayectoria de hasta 4.000 pies, es decir 1.219 kilómetros.
Entidades vinculadas al proyecto aseguran que los proyectos de fracking cuentan con todas las medidas necesarias para que la iniciativa no deje impactos medioambientales y, por el contrario, beneficie a la comunidad. Así mismo, han señalado que no se entiende por qué hay quienes quieren torpedear el proceso.
A pesar de estas declaraciones, la Gobernación, e incluso los habitantes de Puerto Wilches, ha insistido en el detrimento ambiental en el que puede derivar este proyecto. Señalaron que la zona del Magdalena Medio es una de las más importantes del país y temen que se afecte la fauna y la flora local, lo que a su vez derivaría en una afectación de sus principales actividades económicas.
Cabe mencionar que desde el Observatorio Ambiental del municipio señalaron que no han tenido claridad frente al piloto de explotación y denunciaron que desde hace mucho tiempo han intentado conocer la información, pero no ha habido acceso al material. Ellos aseguraron que han tenido que reunir datos por su cuenta y en estos han encontrado variables preocupantes que podrían afectar a la población.
“Sin embargo, desde la Alianza Libre de Fracking hemos analizado con 100 organizaciones el Estudio de Impacto Ambiental, detectando varias falencias como las afectaciones a la salud pública, porque no hay claridad frente a la compensación que se vaya a tener”, expresó Luisa Acuña, integrante del observatorio.
El Observatorio Ambiental comentó que otras de las afectaciones o consecuencias según estudios que se han realizado por universidades en otros países, dan cuenta del daño que sufrirá el ecosistema, empezando la contaminación a fuentes hídricas por los fluidos que se deben emplear, además de la microsismicidad (movimientos que se producen en suelos caracterizados por pequeñas rupturas de la tierra, cercanas a su superficie).
Sumado a esto, el secretario de Ambiente santandereano asegura que hay un riesgo de que las comunidades resulten violentadas a raíz de esta práctica.
“El riesgo potencial que enfrentan las comunidades nos obliga a adoptar medidas de mitigación para evitar la presencia de actores que propaguen la violencia armada contra los precursores o detractores de este proyecto”, dijo Sarmiento.
A pesar de las preocupaciones y la oposición que se ha hecho, el PPI Kalé seguirá adelante. Desde la Gobernación de Santander se indicó que esperan que copetrol “cumpla con todos los protocolos de contingencia, tecnologías de mínimo impacto, y una sólida divulgación en las mesas de participación de la comunidad”.
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