Un murmullo empezó a correr en medio del Festival Estéreo Picnic (FEP) y las caras de los asistentes del evento era de total asombro e incredulidad. A las 10 en punto de la noche, justo a una hora antes de presentarse en el festival, la legendaria banda tuvo que cancelar su show porque el baterista del grupo, Taylor Hawkins murió de forma repentina en el hotel en el que se hospedaban en Bogotá.
“¿Qué? No lo puedo creer”; “Debe ser una noticia falsa”, se escuchaba en diferentes grupos de amigos.
A pesar de que los titulares de las noticias de los principales medios de comunicación del mundo informaban la muerte de Hawkins, ninguno de los asistentes al FEP podía creerlo. Solo hasta que 25 minutos más tarde, cuando Eric Burton, vocalista de los Black Pumas, apareció en el escenario Adidas del FEP para pedir un minuto de silencio en honor al famoso baterista fue que el público creyó lo que hasta hace unos minutos consideraban un rumor.
De inmediato, en el escenario principal del FEP, donde se iban a presentar los Foo, aparecieron mensajes de los organizadores del evento lamentando el hecho. Los fanáticos no se movieron de la zona y, por el contrario, lloraron al pie del escenario. Mientras tanto, en la tarima se encendían velas en honor a Hawkins.
El equipo de Infobae Colombia encontró a Miguel Nieto y Alejandra Contreras, una pareja de jóvenes fanáticos que no podían creer la noticia. Aunque ya habían visto a los Foo en las dos veces anteriores que vinieron al país (en 2015 y 2019), esperaban tener una tercera oportunidad de cantar las canciones junto a sus ídolos.
“Uno no lo puede creer. Es horrible. Creo que hablo por muchos cuando digo que era mi banda favorita. Me parece horrible. Creo que nunca ha pasado algo así. La verdad no tengo muchas palabras para explicar cómo uno se siente, pero es como un vacío”, dijo Nieto.
Por su parte, Contreras señaló que es una situación surreal. Enfatizó que ya todos los fans estaban esperando a la banda cuando se enteraron de la noticia.
“Es mi banda favorita de toda la vida. Entonces, la verdad no lo puedo creer. Estoy muy en shock. Estoy, obviamente, muy afectada. Creo que en este momento estoy tratando de asimilar que eso pasó y que fue acá. Fue justo antes de presentarse”, sostuvo la joven.
Cabe anotar que los fanáticos de Foo Fighters estaban esperando la presentación desde hace años. Además, con la pandemia del covid-19 y los conciertos frenados para evitar la propagación del virus, para muchos este era su primer concierto después de tanto tiempo.
Varios fanáticos de la banda viajaron desde distintos lugares con la ilusión de ver a Dave Grohl, Pat Smear, Nate Mendel, Chris Shiflett, Rami Jaffee y, por supuesto, a Hawkins. Ellos tuvieron que devolverse con la desilusión y la tristeza de la noticia del fallecimiento del baterista.
“Es una noticia que uno no se espera. Solo venía desde Manizales a verlos y ahora me va a tocar devolverse con el corazón roto… Al menos queda el recuerdo de los dos conciertos acá en Colombia y haberlos podido ver antes”, dijo Mauricio Dusme.
Así como los colombianos llegaron al FEP de distintos lugares del territorio, también lo hicieron personas de otros países de Latinoamérica. Fanáticos de la banda que viven en lugares donde la banda no tenía programado concierto este año, aseguran que vivieron solo para ver a Foo Fighters.
“Vi el comunicado a las 10 (de la noche) y pensé que había pasado algo externo. Algo familiar, pero bueno, luego la noticia de que falleció se expandió muy rápido. Por ejemplo, yo vengo directamente desde Ecuador y elegí el Estéreo Picnic para verlos, pero bueno… pasó esto que no se puede cambiar. Esto es sumamente devastador”, contó Carlos Morales.
En vez de corear las canciones junto a Foo Fighters, los asistentes del FEP terminaron cantando solos el clásico My Hero al pie de la tarima.
“There goes my hero
Watch him as he goes
There goes my hero
He’s ordinary”
Ahí, abrazados, cantando entre sollozos y con velas encendidas, los fanáticos de Taylor Hawkins terminaron la primera jornada de esta edición del FEP que ya no será igual. Aunque la consigna será que “el show debe continuar”, se siente la tristeza en el campo de golf Briceño.
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